Más de cien proyectos de Inteligencia Artificial se desarrollan en Euskadi

Así lo reflejan las líneas de ayudas que viene desarrollando la SPRI, Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial. El año pasado repartió tres millones entre 68 proyectos concretos, que junto a la inversión empresarial supuso una inyección de 6,2 millones para el desarrollo de planes basados en IA. A esto hay que añadirle otras iniciativas, como la del programa Hazitek, que impulsa nuevos productos y soluciones vinculadas a la Inteligencia Artificial.

«Se ha visto que la IA es una de las palancas tecnológicas claves para el crecimiento económico», reivindica Laura Marrón, directora general del Centro Vasco de Inteligencia Artificial (BAIC), creado en octubre del año pasado por el Gobierno vasco para colaborar en el desarrollo de estas herramientas. Entre sus principales objetivos está la creación de soluciones «que se puedan aplicar rápido a la industria», explica.

Los primeros pasos del BAIC incluyen el desarrollo de un observatorio que permita conocer las capacidades que hay en Euskadi y elaborar un mapa de agentes. Esta primera foto servirá para ofrecer referentes a los nuevos desarrollos y fomentar la colaboración en un ámbito de muy elevada especialidad tecnológica. «Estimamos que hay más de un centenar de proveedores que están arrancando diferentes proyectos en estos momentos», advierte Marrón, quien señala que en un primer conteo se localizaron 123 iniciativas que van desde la gestión de rutas de transporte a la predicción de averías, la visión artificial para cuestiones médicas o la simulación de gemelos digitales para comprobar el comportamiento de una pieza en desarrollo. «Prácticamente cualquier empresa que busque aumentar su eficiencia o mejorar su productividad puede emplear la IA», reivindica.

En esta carrera por el desarrollo de soluciones, la formación es clave. En el País Vasco hay una veintena de titulaciones activas de diferentes tipos, desde grados a másteres y cursos relacionados con la IA. «Ahora necesitamos vocaciones», confía Marrón.

La Universidad de Deusto es una de las que ofrece formación en este campo. El vicedecano de relaciones internacionales y profesor en Inteligencia Artificial, Enrique Onieva, señala que se trata de «una ola que ya se veía venir». De hecho este último curso tenían dos títulos oficiales y un máster universitario en computación y sistemas inteligentes muy ligados a la IA. «Todavía son muy recientes», advierte, pero sus alumnos ya realizan prácticas en empresas. «Es notable que se han interesado por ellos muy pronto, incluso si destacan ya desde el segundo año», subraya.

Actualmente los ratios de colocación se estiman por encima del 95%, y eso sin contar el posible emprendizaje del alumnado que desarrolle sus propias iniciativas. Además se crean nuevos puestos, como el de ingeniero de peticiones (Prompt Engineer), un puesto especializado pensado para comunicarse de manera eficiente con las IAs, a fin de sacarles el máximo provecho.

El vicedecano de Relaciones Exteriores e Investigación del departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UPV, Borja Calvo, recuerda que no es exactamente «un campo nuevo». Asegura que «lleva muchos años investigándose», aunque faltaban «titulaciones específicas». El grado específico que imparten ya ha completado su tercer año. «El próximo terminarán los primeros y ya están muy solicitados», incide.

Los primeros en interesarse fueron los centros de investigación. Allí Sergio Gil, responsable de Inteligencia Artificial en Tecnalia, actúa como un puente entre la Universidad y la empresa. Formado como astrofísico y reciclado en este nuevo campo, trabaja para aplicar ideas que aparecen en los estudios científicos y generar con ellas un impacto en el tejido industrial.

Junto a él, el investigador de Tecnalia Ibai Laña señala que durante un tiempo parecía que la IA «había tocado techo», hasta el descubrimiento de los razonamientos simbólicos que vienen arrojando las últimas herramientas desarrolladas. «Con la evolución del lenguaje vemos un nuevo empujón. Hay un montón de tecnologías recientes que han dado grandes pasos», sostiene.

Esto ha sido posible gracias a la disponibilidad de grandes cantidades de información, ya que el reto para implantar la IA en la empresa está muy ligado a su nivel de digitalización. Gil advierte de que aquellas firmas que llevan tiempo almacenando datos podrán aprovechar primero sus recursos. «Lo bueno es que la Red Vasca de Ciencia y Tecnología es muy potente. Tenemos mucha capacidad y expertos con conocimientos singulares en IA, por lo que Euskadi está en buena posición para hacer de la implementación de la IA una realidad», anima.

En cualquier caso, la situación de Euskadi todavía es mejorable. «Un informe elaborado por el Instituto Vasco de Competitividad Orkestra muestra que a nivel de digitalización e inversiones en I+D estamos por encima de la media europea, pero en IA nos encontramos un poco por debajo», detalla la directora del BAIC. Con todo, según la tecnológica Pandora FMS, el País Vasco forma parte, junto a Madrid, Cantabria y Castilla y León, de las comunidades con mayor porcentaje de empresas con Inteligencia Artficial.