Kutxabank ganó 330 millones el pasado año, un 53% más que en 2021

Todo fue mejor para el banco el pasado año ya que mejoraron los ingresos y las provisiones para insolvencias se moderaron, al tiempo que la entidad contuvo sus gastos de funcionamiento que tan solo crecieron el 1,4%, muy por debajo de la inflación. En el capítulo de ingresos la mejora más sustancial vino de la mano del margen de intereses, la diferencia entre el precio que paga la entidad por disponer del dinero de otros y el que impone a sus créditos. Este capítulo creció el 14,6% gracias al aumento de los tipos de interés y también al tirón de la demanda de créditos, en especial del segmento hipotecario, el auténtico corazón del negocio del banco vasco. El cobro de comisiones por servicios tan solo creció el 1,3% pero las que tienen carácter comercial y proceden de la intermediación en la venta de seguros aumentaron el 11,1%. Con todo ello, lo que se denominan 'ingresos típicos' alcanzaron la cifra de 1.268 millones de euros, con un aumento conjunto del 8,8%. También han mejorado un 91,6% los ingresos procedentes de las empresas participadas, de las que Kutxabank obtuvo el pasado año un total de 116 millones.

Pese a las incertidumbres económicas y al alza de los tipos de interés Kutxabank ha podido relajar algo sus dotaciones para insolvencias –un total de 232 millones de euros el pasado año-, que supone un esfuerzo un 16% inferior al de 2021.

La entidad concedió el pasado año 3.173 millones de euros en créditos hipotecarios y 552 millones en préstamos al consumo, en pleno tirón de la compra venta de viviendas que, aparentemente, tiende a desacelerarse en los primeros compases de 2023. En el crédito a empresas, sin embargo, el saldo se mantiene estable con 2.173 millones.

El banco, que ya anunció días atrás su decisión de recurrir ante los tribunales el nuevo impuesto a la banca, también ha decidido participar en la batalla del relato para contrarrestar la idea impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez –con el respaldo de otros grupos políticos, como el PNV- de que hay beneficios extraordinarios en el sector financiero. Así, han recordado que no solo el beneficio del banco el pasado año no alcanza el coste de capital sino que ni siquiera ha superado los conseguidos en 2019 -352 millones-, justo antes de la pandemia. Más aún, han apuntado que los ingresos por el margen de intereses ni siquiera alcanzan todavía los que tenían en 2012, el año de la fusión de las cajas vascas. Los 640 millones conseguidos por esta vía se encuentran un tercio por debajo de los de aquel ejercicio.

El banco tendrá que pagar este año 55 millones de euros del gravamen especial por sus ingresos de 2022. En la misma línea de la argumentación sobre el carácter poco extraordinario de los ingresos, Kutxabank ha puesto de relieve el carácter social que tiene la actividad del banco. Así, han indicado que el pasado año aportaron 430 millones de euros, más que el beneficio neto, a las arcas públicas en concepto de impuestos. Junto a ello está el destino de los dividendos –la parte del beneficio que se reparte entre los accionistas- que acaban en su totalidad en mano de las fundaciones BBK, Kutxa y Vital. Con cargo a los beneficios del pasado año, estas entidades recibirán el 60% de lo conseguido, lo que supone una financiación de 198 millones de euros para su obra social.

Una veintena de delegados sindicales se han concentrado hoy a las puertas del palacio de congresos Kursaal de San Sebastián, donde Kutxabank ha celebrado la convención anual de directivos, a la que también han asistido los miembros del consejo de administración y los presidentes de las tres fundaciones accionistas, BBK, Vital y Kutxa. La protesta está relacionada con la negociación de la mejora de las condiciones salariales para este año, aunque formalmente los sindicatos han señalado que, al igual que la jornada de huelga protagonizada este viernes y que tuvo un seguimiento masivo por parte de la plantilla, está vinculada a unas condiciones de trabajo que califican como «de excesiva presión».

En el momento en que los directivos entraban en el Kursaal los manifestantes han coreado lemas como «el banco más solvente agota a la gente», en una clara alusión al exceso de trabajo al que, estiman, les somete la dirección para mejorar el rendimiento económico de la entidad. Kutxabank anunció la pasada semana su decisión unilateral de mejorar las condiciones pactadas en el convenio vigente para este año -1,5% de subida salarial-, con un «complemento revalorizable» equivalente a otro 3,75% del salario mensual, para situar la subida en el 5,25%. El aumento se ha producido tras fracasar las reuniones mantenidas con los representantes sindicales para intentar alcanzar un acuerdo. Con ello los aumentos salariales de la plantilla del grupo Kutxabank se alinean con los que los sindicatos han pactado en Madrid con las patronales de banca y de las antiguas cajas de ahorros. El sindicato ELA ganó recientemente las elecciones sindicales en Kutxabank, desbancando de esta posición a Comisiones Obreras.

Además, Kutxabank ha anunciado esta semana la contratación con carácter indefinido de 75 personas –algunas accederán por la conversión de contratos eventuales- para reforzar el servicio a los clientes en oficinas y también algunas áreas de mayor actividad.