Un ciclista pasa ante la planta de Sestao. E. c.

La ACB de Sestao vuelve a parar y también se detiene la papelera Lucart

Las plantas electrointensivas urgen a que se adopten medidas ante la asfixia que están sufriendo por su desventaja respecto a otros países europeos

Miércoles, 9 de marzo 2022, 13:34

La industria vasca sigue anunciando paradas en sus plantas, a la espera de que se tomen medidas para paliar la escalada de los precios, ... después de que Bruselas se haya abierto a nuevas posibilidades para intervenir el mercado y evitar que el gas arrastre a la electricidad. Así, ArcelorMittal ha anunciado este miércoles que no reanudará la actividad en Sestao el domingo, tal como estaba previsto, debido al «insostenible» coste de la electricidad, y que aplicará un ERTE. La planta ya estuvo parada tres meses por este motivo, desde diciembre hasta el pasado jueves día 3. El grupo angloindio desenchufó el martes la fábrica de vigas de Olaberria, que ahora mantiene al ralentí.

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Otras siderúrgicas vascas están también bajando la producción o estudiando medidas similares. Los parones no son exclusivos de Euskadi ni tampoco de la industria del acero sino que se extienden a otros sectores como el papelero, muy consumidor de kilovatios y de gas. Un ejemplo de su difícil situación lo expone el director general de Lucart, Luciano López, que ha decidido interrumpir la actividad en la planta de Aranguren (Bizkaia), en la que se fabrica papel 'tissue'. «Hace un año pagábamos en torno a 300.000 euros al mes en electricidad y otro tanto en gas. Ahora la factura se nos ha disparado a dos millones en cada apartado, es decir, se ha multiplicado casi por siete».

Las industrias electrointensivas y muy consumidoras de gas urgen a que se concreten medidas de emergencia esta misma semana, una vez que Bruselas apruebe el nuevo abanico de herramientas. La Comisión Europea se ha abierto por fin a que se intervenga el mercado de la electricidad con diferentes fórmulas orientadas a evitar que el disparado gas arrastre el precio de toda la generación eléctrica como consecuencia del sistema marginalista. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se mostró en disposición de adelantarse y se le pide que así lo haga. «No podemos esperar. Hay que desligar ya el precio de la electricidad del gas. Estamos pagando 362 euros por Mwh cuando hace un año eran 45. Hay empresas pagando en un mes la factura que antes tenían en un año, señala Fernando Soto, director de la asociación que aglutina a la industria electrointensiva, AEGE.

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