«Preferiría perder en París y tener un pie nuevo», dice Nadal, a 24 horas de su decimocuarta final

Rafael Nadal jugará mañana domingo, a partir de las 15.00 horas, su decimocuarta final de Roland Garros. El mallorquín ha ganado las trece que ha disputado y es ya una leyenda en la tierra batida de París, destrozando todos los récords anteriores (el francés Decugis venció en 8 ocasiones a principios del siglo pasado y el sueco Björn Borg alzó seis veces la Copa de los Mosqueteros en los años 70 y 80).

Tras la retirada de Zverev por lesión en semifinales, Nadal tiene una oportunidad histórica de elevar aún más ese listón, pero ayer dejó claro que sus problemas físicos derivados de tantos años de alta competición (lleva 18 temporadas en la élite) también le preocupan. «He hecho todo para darme una oportunidad de estar donde estoy y de estar en la final de Roland Garros un éxito importante. Es un sueño hecho realidad que vale todos los sacrificios».

Aún así lanzaba un mensaje de cautela y advertía sobre su estado físico: «Hay que ser realistas y asumo mis limitaciones actuales. Llevo tres meses que no he entrenado para aguantar según que cosas. Me he mantenido en el partido cómo he podido, pero es cierto que estaba en mejor posición al final del set. Tenía más energía que durante un rato, que se me había ido».

Y cuando le preguntaron si prefiere el título o un pie diferente, respondió: «Prefiero perder la final y tener un pie nuevo que me permita ser más feliz en mi día a día. Ganar es bonito y te llena de alegría momentánea. Pero la vida continúa y es lo más importante. Yo tengo una vida por delante y me gustaría jugar con mis amigos a deporte amateur y esto ahora mismo es una incógnita».

Respecto al abandono por un fuerte esguince de tobillo de Alexander Zverev en puertas del segundo 'tie break' del partido, Nadal sostuvo que: «Es un sueño estar en la final, pero no quería estar de esta manera. Soy humano y lo siento por él», dijo el balear. «Han sido las condiciones más lentas porque había mucha humedad y era difícil crear efectos en la bola. Ha sido un milagro el primer set que he ganado, pero he estado todo el tiempo luchando».

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