Un Alcaraz-Djokovic en Roland Garros es el mejor partido que hoy en día se puede ver en una pista de tenis. La pena es ... que es en semifinales y no en la final. Por la parte baja del cuadro iba el ruso Medvedev, que aunque perdió en primera ronda, antes de empezar el torneo era el 2 del mundo.
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Novak Djokovic no llegaba a París muy en forma pero poco a poco ha ido elevando su nivel y, aunque sufriendo un poco, ya le tenemos en la antesala de la final. No está tan fino como otros años pero sigue siendo muy rápido, se anticipa bien y todavía le corre la bola. Además es muy fuerte de cabeza y es capaz de mantener la concentración sin altibajos en estos partidos tan largos que son los jugados al mejor de cinco sets. Al serbio hay que ganarle, él no va a perder. Además, muchos de sus rivales le temen y a veces «ni le luchan los partidos».
Por su parte Carlitos Alcaraz viene lanzado. Está jugando un tenis de muchísimo nivel y ha ido destrozando a todos sus rivales hasta hoy. El de El Palmar le pega durísimo. Su derecha es un martillo pilón y su revés es casi tan bueno como su derecha. Sabe variar y jugar bolas altas con peso con otras más planas o con ángulos increíbles. Es un mago de la dejada. Carlitos ha puesto de moda este golpe que estaba en desuso. También sube bastante a la red y volea muy bien. Es lo que se dice un jugador «con mucha mano». Físicamente es un portento: rápido, explosivo, flexible y resistente. Aunque es un chaval tiene la cabeza muy bien amueblada: intenta divertirse, hace pocas tonterías y sigue el plan establecido por su equipo, encabezado por Juan Carlos Ferrero. Es también muy luchador y como todos los grandes no se tensa mucho en los momentos difíciles.
Ante Djokovic deberá hacer valer su potencia y su velocidad de bola. Debe jugar como lo ha hecho hasta ahora. Sin acelerarse no le tiene que dejar respirar. Poco a poco, tiene que ir minando al serbio. Tiene que desarbolarle variando entre bolas con peso, cañonazos y dejadas. Sabe que Nole aunque ya no es el que era regala poco. Carlos juega más, venció al serbio en Madrid en 2022, ya tiene un grande (US Open 2022) y si no pasa nada raro debería imponerse. Aún así mucho respeto a Djokovic. Estamos ante una leyenda que al igual que Rafa y Federer tiene un «algo» especial que le hace sobrevivir y salir de situaciones increíbles. Djokovic tendrá también su presión porque se encuentra ante una posibilidad de ganar su 23º Grand Slam y ser el más laureado de la historia superando los 22 de Nadal. ¡Disfrutemos del partido del año!
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