«Tras la operación he aprendido a cuidar los detalles mucho más»

- ¿Qué es esta final para usted?

- Es de las que más ilusión me hace porque nunca he tenido una lesión tan grave como para operarme y he hecho un grandísimo trabajo con los fisioterapeutas, con el preparador, con el nutricionista... Incluso con la familia, que para la cabeza suele ayudar mucho.

- Cuando se clasificó para el choque cumbre se le vio tocado.

- Fue emocionante. Vuelves a tu nivel y a una gran final. Si tengo que demostrar que estoy emocionado, lo hago. Desde pequeño me ha costado soltar las emociones y ahora tengo un buen trabajo psicológico detrás. Controlarlas durante el partido es lo más importante.

- ¿La lesión de cadera está olvidada?

- En el Parejas lo que más me costaba era la recuperación. Ahora me cuesta menos, aunque tras la semifinal tuve agujetas por la tensión y porque al final todos los músculos se te agarrotan y la cadera más. He hablado con Eskiroz y otros deportistas que han sufrido la misma lesión y sé que hasta que no pasa más de un año sigues notando molestias. Pero ya no le doy vueltas. Ahora estoy mucho mejor y hago muchas sesiones de fisioterapia. Es otro complemento más. Igual hasta más importante que entrenar.

- En la presentación del Manomanista no pensaba que podía llegar tan lejos.

- Después del Parejas tuve bastantes molestias y busqué una salida. Sigo con los fisioterapeutas de Vitoria, que hacen un gran trabajo, pero recurrí a otro más especializado en deportistas que han sido operados y me ha ayudado una barbaridad.

- ¿Lo ha pasado peor con la lesión o cuando tuvo que volver al campo aficionado porque no le renovaron el contrato?

- Fueron procesos distintos. Todos me los tomé con la mentalidad positiva, pero luego hay momentos realmente malísimos en los que solo están los de casa y los amigos, y son ellos los que te ven así. De cara a la gente siempre debemos intentar dar la mejor cara.

- ¿Ha vuelto el Laso de antes de la lesión?

- Ahora estoy bien, pero aún tengo mucho margen de recuperación y de mejora en muchos movimientos, en la movilidad en la cancha. Esta versión está siendo muy buena y el objetivo será intentar estar a este nivel durante muchos años.

- Ya tiene experiencia en finales. ¿Pesa más en estos quince días lo físico o lo mental?

-Todo. Gestionas los entrenamientos y el resto de aspectos para llegar bien. Pero todos los días son distintos. Tampoco es que te pese, pero ya ha pasado más de un año que no estoy en una final.

- ¿La intervención le ha cambiado en el sentido de saber que para estar bien tiene que exigirse mucho más?

- Tengo que trabajar cada detalle mucho más. Creo que en este campeonato sobre todo me he cuidado a mí mismo. Igual antes no lo hacía de forma tan profesional.

- Ahora es más perfeccionista.

- En ese sentido sí. Vas aprendiendo cosas nuevas e introduciendo a tu vida lo que mejor te sienta. Y en ese aspecto he cambiado muchísimo.

- ¿Qué ha aprendido de lo que ha superado?

- Que hay que trabajar mucho, tener paciencia y controlar un poco las emociones. Eres joven y muchas veces no piensas en el futuro. He aprendido a cuidarme más y tener unos hábitos que antes no tenía.

- ¿A quererse más?

- Totalmente. Al final es conocerte más, conocer tu cuerpo y cómo va a estar bien durante toda la vida. Pero claro, esto implica que a partir de ahora siempre tiene que ser así.

- Altuna III empezó mal, pero siempre está ahí.

- Creo que todos nos lo esperábamos. En las grandes citas es un pelotari que se crece. Cuando juega bien es casi la perfección. No es que tenga un golpe de la leche, pero como planta bien sus piernas goza todo.