La pelota gana fuerza en Bilbao

A principios de año, vio la luz el Bilbao Euskal Pilota Kluba, promovido por la Federación Vizcaína de Pelota, y para el nuevo curso escolar llegarán dos nuevas alternativas. El frontón de La Esperanza, situado en pleno Casco Viejo, está previsto que se abra en el último trimestre del año y con él verá la luz el club Bilbao Esperantza Pilota. Y en el barrio de San Ignacio ya se presentó en sociedad la escuela de cesta punta Levante Jai Alai, que también echará a andar a la vez que las actividades extraescolares del próximo curso.

«Ambos proyectos son una buena propuesta para fomentar el deporte base. La pelota puede ser un instrumento muy importante para transmitir valores, además de para conocer nuestras modalidades identitarias», destaca la concejala de Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Bilbao, Itxaso Erroteta, que ha seguido muy de cerca el proceso de transformación de la nueva cancha bilbaína.

En la actualidad se están terminando los trabajos de adecuación en el interior del edificio anexo. «El frontón está acabado», apunta. A diferencia del que se derruyó hace ya algunos años para la construcción de línea tres del Metro, el actual se encuentra en una tercera planta, algo que le concede cierta peculiaridad. Con una distancia de 30 metros es ideal para la práctica infantil de iniciación. Tiene una capacidad de 175 espectadores sentados.

El frontón será una de las piezas de un proyecto que lleva madurándose tiempo y está liderado por el exmanista y expresidente de la Federación Vizcaína de Pelota, Karmelo Ariznabarreta. «En su día se consideró que era la persona idónea. El club se creó hace un año y posteriormente se ha diseñado toda la planificación de la nueva escuela», destaca Erroteta.

En una zona contigua al frontón se ha creado un aula pedagógica para que los alumnos de los centros educativos que acudan puedan realizar diferentes actividades que les acercarán al mundo de la pelota. «Contará con una exposición de materiales de las distintas especialidades y una proyección audiovisual», señala.

Además se realizarán talleres de confección de pelotas goxua -blandas- y tacos -las protecciones para las manos de los pelotaris-, antes de que los más pequeños pasen a la cancha y prueben la mano, la pala y la cesta punta. «Se tratará de motivarles para que se apunten a la escuela, en la que, además de aprender, podrán jugar partidos los fines de semana como una actividad extraescolar más», subraya Ariznabarreta.

A lo largo del ejercicio ya se han desarrollado campañas en los colegios de la villa para dar a conocer este deporte. «Llevamos tiempo desarrollando proyectos para su promoción. Y a partir de septiembre se retomarán. La idea es que los interesados en practicar la pelota puedan hacerlo en Bilbao y no como hasta hace poco que tenían que desplazarse a otros municipios. Esperamos que poco a poco crezca y se asiente», añade.

La escuela Levante Jai Alai surgió por la iniciativa de un grupo de padres en torno al frontón del mismo nombre que se encuentra en el barrio de San Ignacio. En la actualidad tienen una veintena de niños apuntados de cara a las actividades extraescolares programadas para el inicio del próximo curso. Visto el interés existente, contactaron con Bilbao Kirolak para tratar de conseguir una instalación en la que ejercitarse y las clases se ofrecerán en el polideportivo de esta zona de la villa. La puntista Inhart Arakistain ejercerá como monitora los miércoles durante dos horas con los alumnos divididos en dos grupos de diferentes edades entre los seis y los once años. «En función de la demanda que haya se pueden programar más», subraya Zigor Etxebarria, uno de los promotores de la primera escuela de estas características de la que se tiene constancia en la capital vizcaína. «Partimos con la intención de que los que tengan ganas de jugar puedan competir en un par de años en el deporte escolar», añade.

Han resuelto el problema del material con un modelo de cesta creada por la asociación Bolo Elkartea mucho más ligera y flexible que las habituales de mimbre, además de ser bastante más barata. «Con una pelota blanda para la iniciación funciona muy bien. Cuenta con un guante del velcro, y los niños aprenden rápido a lanzar y encestar», destaca. Lo pudieron comprobar en persona en la jornada de puertas abiertas que realizaron en el barrio, con la presencia de puntistas profesionales, para tratar de dar visibilidad y promocionar la especialidad. «Bilbao cuenta con un núcleo de población muy importante y tenemos las puertas abiertas para todos aquellos que quieran descubrir la especialidad», concluye Etxebarria.