La txapela más emotiva de Olaizola
Cierra una brillante trayectoria en Goizueta con una despedida de sus vecinos a lo grande y rodeado del entorno de la pelota
juan pablo martín
Goizueta
Sábado, 13 de noviembre 2021, 23:07
Las 14 txapelas que ha ganado en sus 23 años como profesional todas han sido especiales para Aimar Olaizola, pero la más emotiva se la colocaron este sábado sus hijos en su despedida de la pelota. El navarro cerró su carrera a lo grande. Goizueta se volcó con su campeón en un abarrotado frontón de la ikastola en el que no faltaron los vecinos que le han seguido y apoyado a lo largo de su extensa trayectoria y el entorno de la pelota.
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Olaizola II colgó el 'gerriko' tras 1.321 partidos y un palmarés que pasará a la historia. La huella que deja es muy grande. Por todo lo que ha logrado y por la forma en la que lo ha hecho. «Ha supuesto mucho para este deporte. Inteligencia, saber estar y, viendo como esta la pelota actual, ha sido el más completo por la capacidad que ha tenido para amoldarse del estilo de antes al actual», destacó José Julián Salaberria, el primer manista profesional de la localidad.
Todo estaba preparado en un municipio que respira este deporte por los diferentes representantes que ha tenido en distintas disciplinas. Desde que anunció la fecha de su adiós se creó una comisión de voluntarios que lo tuvo todo atado para el día grande. Olaizola II, como siempre hace cuando tiene un partido, llegó con cerca de hora y media de antelación para prepararlo.
En el vestuario ya estaban algunos de los pelotaris que iban a jugar el festival y otros no tardaron mucho. Al patio situado frente al frontón también acudieron muchos de sus compañeros en la plantilla de Baiko como Berasaluze, Peña II, Albisu, Alberdi, Artola o Ezkiroz. También los responsables de la promotora. «Ha sido uno de los mejores ejemplos de lo que tiene que ser un pelotari profesional. Metódico y ordenado, además de muy inteligente en su juego. Se marcha un referente», manifestó el director general de Baiko, José Ramón Garai. Todavía no han hablado con el pelotari sobre su futuro más próximo porque «ahora quiere descansar. Pero es un valor para la pelota y trataremos de buscarle un hueco en el organigrama si llegamos a un acuerdo», añadió.
Irujo y Genovés
Juan Martínez de Irujo, su principal rival durante casi dos décadas, Ladis Galarza, padre e hijo, Koteto Ezkurra y hasta José Genovés, el ídolo de la pelota valenciana, también estuvieron en el último partido del navarro. «Olaizola II e Irujo han sido pelotaris que han marcado un tiempo. El de Goizueta lo hacía casi todo perfecto incluso en el peor de sus días», manifestó el valenciano.
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El ambiente se fue calentando conforme terminó el primer encuentro, y Olaizola II ya recibió las primeras muestras de cariño desde la grada en el momento que salió a calentar. Ganó su duelo junto a Imaz (22-14) a Jaka y Aretxabaleta, pero lo más importante estaba por llegar.
Las frases
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José Julián Salaberria. «Ha supuesto mucho para este deporte. Por su inteligencia y su capacidad de amoldarse».
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José Ramón Garai. «Se marcha un referente. Uno de los mejores ejemplos de lo que tiene que ser un pelotari».
A su conclusión la caja de sorpresas fue grande. Situado en el cuadro cinco y medio primero recibió el aurresku cantado y bailado por el club Umore Ona, luego pudo presenciar la actuación de los 'zanpanzar', e incluso participar en uno de los bailes tradicionales que se realizan en el municipio en carnaval. A continuación llegó el turno de los obsequios y un vídeo con los versos creados por su tío Manolo Arozena y de diferentes momentos de su vida.
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Aunque mantuvo la compostura, uno de los momentos más emotivos llegó cuando su mujer y sus cuatro hijos saltaron a la cancha con una txapela ante un frontón en pie que coreó su nombre. Aimar Olaizola cierra una etapa importante de su vida. Grande y fructífera. En títulos y en el cariño que se ha ganado entre los aficionados. Lo corroboró este sábado en Goizueta.
«Sin duda ha sido la despedida perfecta», admite el pelotari
Terminó «muy contento» por la despedida que le tributó su pueblo. Su carrera lo merecía. «No sabía nada de lo que me habían preparado y se han implicado un montón de vecinos, por lo que no tengo palabras», manifestó Olaizola II. Quería jugar su último encuentro en Goizueta porque sentía que le «debía algo al pueblo, y ahora le debo más que antes».
Aunque mantuvo la compostura durante todo el acto, el delantero reconoció que se había «emocionado». «Otros igual lo expresan más, pero en mi caso va por dentro. Hoy era imposible no emocionarse. Ha sido todo muy bonito. Toda la gente que se ha reunido y los detalles que han tenido conmigo. Estoy muy agradecido», señaló. No se esperaba algo tan grande y emotivo, «por lo que sin duda ha sido la despedida perfecta», concluyó.
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