Jokin Altuna: «Da asco jugar en el Labrit»

El campeón de Amezketa no quiso profundizar más al respecto y enfiló el camino a la ducha. Ayer también optó por mantener el silencio. Un sector de los aficionados que volvieron a llenar el recinto pamplonés la tomaron con el campeón del Manomanista desde que entró a calentar una vez terminado el primer encuentro de relleno, y el voltaje aumentó a medida que transcurría el choque.

Sobre todo a partir del 7-6, cuando el guipuzcoano devolvió una pelota que había pegado doble bote y que el juez dio como buena. Las imágenes ofrecidas en la nueva pantalla del frontón dejaron en evidencia que la decisión era errónea delante de los presentes. Los pitidos se mantuvieron cuando realizó algunos saques posteriormente. Incluso durante el choque se pudieron escuchar gritos a favor de Unai Laso en un encuentro que no jugaba. Parece que la rivalidad entre ambos no se entiende como debiera por parte de algunos.

No es la primera vez que Altuna III recibe pitidos en el frontón de Pamplona. Es el único recinto en el que ha vivido una situación con semejante falta de respeto. Aunque no es una cancha a la que acuda habitualmente porque está gestionada por la promotora Baiko que programa allí muchos de los partidos de los pelotaris de su cuadro, ya tuvo que aguantar abucheos con anterioridad. Sin ir más lejos, en el encuentro del Parejas del pasado mes de febrero, con el frontón a rebosar, el delantero también tuvo que aguantar a parte de la grada después de tirar una pelota al frontis en un gesto de rabia. En diciembre, tras una estorbada que los jueces no consideraron como tal, parte del público presente la tomó con el de Amezketa.

Y tampoco ha sido el único pelotari que ha vivido este tipo de situaciones en el mismo recinto. Aimar Olaizola también tuvo que escuchar pitidos en su última etapa como profesional de forma incomprensible. El exdelantero de Goizueta siempre mostró un intachable respeto hacia el público.

La empresa Aspe, a la que pertenece el de Amezketa, apeló ayer «al respeto a los pelotaris» por parte de los asistentes al frontón Labrit con el objetivo de que no vuelvan a repetirse circunstancias parecidas. El ambiente del recinto pamplonés está adquiriendo tintes preocupantes durante la presente feria. No solo por lo ocurrido con el mejor pelotari del momento por parte de una parte de los aficionados. El pasado lunes hubo un conato de pelea en las butacas de cancha que tuvo que ser controlado por el personal de seguridad e interrumpió el encuentro que se estaba jugando durante más de un minuto. Una imagen impensable de presenciar en un frontón hasta hace poco.