Iñaki Artola: «Tengo muy claro que ganar la final no me va a cambiar la vida»
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El delantero de Alegia admite que su sueño de lograr el título más grande sigue vigente,«pero ahora valoro más estar en la pelea»Secciones
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El delantero de Alegia admite que su sueño de lograr el título más grande sigue vigente,«pero ahora valoro más estar en la pelea»Cuatro años después, Iñaki Artola (Alegia, 1994) vuelve a jugar una final del Manomanista. El domingo se enfrenta a Jokin Altuna en el frontón Bizkaia. ... El delantero del pueblo de al lado al que conoce a la perfección porque jugaron en contra en aficionados y debutaron en profesionales con cuatro días de diferencia.
– Cuando Iker Larrazabal falló aquella última pelota en semifinales que supuso su victoria, ¿qué le vino a la cabeza?
– Fue un momento muy raro. Nos quedamos mirando al juez para saber si subía al marcador (risas). Felicidad. Todo el trabajo hecho. Los sitios donde he jugado. El frontón de Orendain y el de mi pueblo y todas las horas que metí... Fue como una película de mi vida deportiva. Los entrenamientos específicos con mi hermano de hace cinco años...
– Por fin va a jugar la final.
– Antes tenía un punto de obsesión de querer jugar una final y ganar una txapela. Pero he trabajado bastante este aspecto. El sueño de lograr el título sigue vigente, pero ahora valoro más estar en la pelea. Es el quinto campeonato en el que llegaba a semifinales y había rendido bien. Llegar a la final es la guinda.
– Su entrenador Axier Arteaga mantiene que lo más importante es el camino.
– Así es. Lo secundo totalmente. Muchas veces te sabes el discurso pero tienes que interiorizarlo. Ahora tengo muy claro que ganar la final no me va a cambiar la vida. Al igual que tampoco me la cambiaron los momentos malos en los que no jugué un campeonato y al día siguiente tenía que ir a entrenar. Con Axier hemos interiorizado que habrá momentos en los que tengamos tres partidos importantes en una semana o tres semanas sin partidos, pero en los entrenamientos, la ilusión y en el friquismo de ver las cosas que he hecho bien o mal en un partido no van a cambiar.
– ¿En eso hay diferencia entre el Artola de 2021, cuando alcanzó aquella primera final que no pudo jugar, y el actual?
– He aprendido muchas cosas desde entonces. Conoces más a tu cuerpo y creces más mentalmente. Relativizas las cosas y te ayuda a estar más tranquilo y enfocado. Vas madurando.
– ¿Es ambicioso?
– Los que me conocen saben que soy terco. Nunca me he bajado del burro porque pensaba que podía estar ahí y quería terminar mi carrera después de haberlo intentado al 100%. Ganar la txapela es mi sueño sin duda. Tienes que marcarte objetivos para estar motivado, pero al mismo tiempo hay un objetivo mayor que es ir mejorando. Tienes que centrarte más en el segundo para lograr el primero.
– ¿Cree que es el año que mejor ha jugado en el mano a mano?
– Es difícil de responder. Mi sensación es que el año que llegué a la final en 2021 estaba muy bien, y el pasado, también. Pinché en la semifinal porque no supe afrontarla. Este año me han salido las cosas.
– ¿Llegar a una final del Manomanista es tan difícil porque tienen que coincidir muchos factores?
– En todos los campeonatos. En el Parejas es cierto que también dependes de tu compañero. En el Cuatro y Medio si no estás del todo bien puedes disimular para jugar un partido decente e incluso ganar, pero en el mano a mano es donde mejor tienes que estar. Si el rival está un poquito mejor que tú se nota un montón.
– ¿La soledad es tan dura como se dice?
– No. En un campeonato de Parejas puedes tener un compañero que puede estar jugándose el contrato y llevas esa carga. Tras una derrota sientes esa pena, pero también que igual no le has ayudado lo suficiente. Cuando estás solo en la cancha las consecuencias solo son para ti.
– Esta final refuerza su candidatura a estar arriba.
– Para llegar a una final tienes que creer. El año pasado alcancé dos semifinales seguidas que me dieron la confianza necesaria para ver que el trabajo que estábamos haciendo daba resultados. Me reforzó y vi que con esa dinámica me daba para estar en la pelea.
– ¿Cree que el cambio hacia el juego de aire en esta modalidad le ha podido perjudicar?
– Nosotros vivimos de pequeños la transición, pero yo no he sentido mucho cambio desde que empecé. Me acuerdo que una vez perdí en cuartos contra Bengoetxea y el navarro fue un pelotari que llevó este modo de jugar al límite. Nosotros hemos conocido este tipo de juego, pero en las escuelas de pelota veo que los pequeños lo exprimen más.
– ¿Se puede jugar más rápido que ahora?
– Es difícil. Pero este año ya se han visto cosas diferentes. Antes se trataba de tener al rival atrás, ahora se juega mucho a las piernas. Eso lo ha traído Altuna III. Larrazabal, por su parte, explota la botivolea.
– ¿Qué tiene de distinto jugar contra Altuna III?
– En lo emocional es mirar a la grada y ver al vecino, al de la tienda... Y tienes que saber llevarlo. En algún momento sí me he salido un poco del partido por ello. Y como rival es el mejor. Estadísticamente es muy difícil ganarle, mentalmente siempre está concentrado, es muy rápido de piernas... Tendré que hacer un muy buen partido.
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