Erkiaga e Ibarluzea cotizan al alza

Van a más. Erkiaga e Ibarluzea cotizan al alza en el Winter Series de cesta punta de Gernika. En su segundo encuentro de la liguilla de cuartos firmaron un duelo impecable este lunes para superar a Olharan y Zabala y tienen pie y medio en las semifinales. Con esta derrota sus rivales están prácticamente fuera de la siguiente fase y ya dependen de otros resultados. Y eso que no jugaron mal. Pero los que vistieron de rosa destaparon el tarro de las esencias para conseguir un 2-0 y seguir con una trayectoria inmaculada en el campeonato. El mago de Ispaster estuvo casi intratable, pero es que a su zaguero prácticamente no se le pudo poner un pero. Falló dos pelotas en todo el partido, cubrió huecos e hizo más daño con su revés que Zabala. Los de blanco tenían toda la presión por el peso de la derrota anterior y tampoco se arrugaron, pero quedan contra la espada y la pared porque pocas combinaciones hoy en día pueden hacer frente a una versión así de Erkiaga e Ibarluzea.

Demostraron que funcionan como un reloj suizo perfectamente engrasado. El costado del de Ispaster fue una máquina de facturar tantos. De todos los colores. Por pared, de dos paredes y atrás. La concentración permitió a su compañero estar siempre en su sitio y también devolvió algunos rebotes de mucho mérito.

Como consecuencia de ello, el primer set fue rodado para los ganadores. Erkiaga comenzó su particular espectáculo pronto, poco después de que los zagueros midieran sus fuerzas y, como revesistas que son, jugaran a ver quién encontraba primero la derecha del rival. Lo hizo Ibarluzea y su delantero aprovechó la oportunidad. Le salió todo lo que intentó salvo un costado a dos paredes desde el cuadro ocho que se le marchó fuera por milímetros.

Con los rosas en semejante estado, Olharan y Zabala no tuvieron mucho margen de maniobra. Se encontraron con un 8-4 en apenas 66 pelotazos después de que el de Ispaster pusiera una pelota sin respuesta en el rebote en el segundo resto de saque que le pilló al de Pau.

Estaban lanzados y siguieron igual. Taparon todos los huecos a sus oponentes y encarrilaron definitivamente el juego (12-9).

En el segundo fue noticia que Erkiaga diera signos de que es humano y se le escaparan abajo tres remates, que facilitaron el empate a cinco en el marcador. Pero fue un tropezón del que se recuperó muy pronto y, como su compañero seguía siendo un muro atrás, despegaron hasta el 10-6. Olharan y Zabala estaban con el agua al cuello, pero reflotaron y los cerca de 1.800 espectadores que volvieron a llenar las gradas lo agradecieron. El galo entró en ebullición porque no le quedaba otra y el partido vivió su fase más intensa con el delantero a tumba abierta firmando tantos espectaculares tanto en su elaboración como en la finalización. Sin embargo, fue algo efímero. Zabala eligió el peor momento para que se le escaparan un par de pelotas que tuvieron mucho peso en la derrota.

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