Una salida tan trascendente como la de Laurent Mekies de Ferrari se ha visto ensombrecida por la purga llevada a cabo en Alpine, donde los ... miembros más relevantes del staff han hecho la maletas al tiempo que Gasly subía al pódium en la carrera sprint del sábado. El hombre fuerte de la escudería - Laurent Rossi- se había despedido poco antes repartiendo sapos, culebras y toda clase de exabruptos, y obsequiando con descalificaciones por doquier a quienes hasta entonces habían trabajado a sus órdenes. Parece evidente que Rossi no va a recibir una cena de despedida ni se llevará a casa un regalo que le recuerde los buenos tiempos pasados en Enstone, si alguna vez los hubo. Lo cierto es que el ejecutivo había sido contratado para reflotar la marca y darle mayor relevancia internacional, y una vez cumplida la misión se ha pasado página sin miramientos. La tormenta -no sólo meteorológica- desatada en Spa ha hecho patente el golpe de timón dado por el Grupo Renault a su equipo de carreras y por ende a toda la marca Alpine.
Philippe Krief pilotará la nave siendo un ingeniero discreto, uno de esos tipos grises que resultan imprescindibles para que los mejores coches vean la luz, alérgico a la publicidad, los medios de comunicación y las cámaras. No tiene experiencia en el mundillo de la Fórmula 1 y ya hay quien se hace cruces por ello, pero de su tablero de diseño han surgido joyas como el Ferrari 458 Speciale, éxitos de ventas como el Alfa Romeo Giulia y vehículos tan icónicos como el Fiat 500. Con semejante hoja de servicios poca presentación necesitará el Sr. Krief, a quien el grupo Renault ha entregado las riendas de Alpine con mando en plaza. Otra historia es la escudería de F-1, que parecería abandonada a su suerte si no fuera porque hace quince días en Silverstone reapareció Mattia Binotto nada más cumplir el obligado tiempo de retiro una vez se abandona un equipo. Los rumores se han disparado y no son pocos los que ven a Binotto al frente de la escudería Alpine, ejerciendo de árbitro entre quienes fabrican los motores en los suburbios de París y quienes construyen los chasis a las afueras de Oxford.
Cuesta creer que, hace sesenta años, galos y sajones se pusieran de acuerdo para construir un avión supersónico como el Concorde visto el lío que se traen en 2023 para conseguir que el motor Renault -discretito, dicho sea de paso- funcione debidamente sobre el chasis alumbrado en Enstone. La previsible llegada de Binotto debería servir para templar gaitas entre ambos bandos, pues experiencia en dirigir las divisiones de chasis y motores le sobra al italiano. Otro compatriota suyo -el ínclito Briatore- ya logró acompasar la melodía a ambos lados del canal de la Mancha para alcanzar los primeros títulos mundiales que se conocieron en la marca. Lo cierto es que la llegada de la caravana del Gran Circo a Spa el jueves se vio alterada por la revolución puesta en marcha en Alpine y la confirmación de la salida inmediata de Mekies con rumbo a Alpha Tauri, donde se jubila el respetado Franz Tost.
Si los tiempos que han servido para Binotto se repiten con Mekies, este asistirá a la presentación del monoplaza de la próxima temporada como nuevo hombre fuerte del equipo de Faenza. Ese es su objetivo y el de Red Bull, propietario de la escuadra.
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