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«Vamos a por el doblete, quemaremos el pueblo»
Santurtzi ·
Más de un millar de personas vibran con la Sotera en la plaza del Ayuntamiento, donde hubo confetis, champán, bengalas y hasta una camiseta de la Real en el balcón consistorialRobert Basic y josÉ félix cachorro
Santurtzi
Domingo, 12 de septiembre 2021, 19:43
A veces, las calles hablan. Tienen color. Gritan de rabia, de tristeza o de alegría, vibran y cobran vida propia, aglutinan el sentir de sus ... gentes. Las de Santurtzi, ruidosas y chispeantes, se han teñido de morado este domingo. Color de la alegría, envuelta en la bandera de la Concha. Tras casi cuatro décadas de espera, la enseña más soñada se ha hecho realidad en la localidad costera. Podía tocarse, sentir su peso, el de la historia y prestigio, testigo de una hazaña. Desde que la 'Sotera' clavó su pica en la bahía de San Sebastián, prácticamente en la última palada, los santurtziarras llenaron de alegría todos los rincones del pueblo. Tocaba celebrar a lo grande la consecución de un éxito que se ha hecho esperar 36 años, toda una vida. En la plaza del Ayuntamiento, en la que ya no cabía ni un alfiler, más de un millar de vecinos aplaudieron a los remeros, sus héroes, que prometieron volver con más trofeos. «La semana que viene toca otra bandera. Vamos a por el doblete. Quemaremos el pueblo», bramaba desde el balcón consistorial Andoni García, uno de los miembros de la tripulación que ha obrado el milagro de la Concha.
Desde antes de las tres de la tarde, con un sol de justicia, ya había aficionados cerca del Pabellón Municipal de Remo aguardando la llegada de los integrantes de la 'Sotera'. La recepción oficial estaba programada para las seis. Los remeros llegaron y se fundieron en uno, hinchas y deportistas, testigos ruidosos de un hermoso cuento. Luego la tripulación comió en el bar Zuharri y ofreció la bandera a su pueblo. Entonces los chavales de la cantera levantaron los remos y conformaron un pasillo que llevó a la delegación morada hasta el Ayuntamiento. Por delante iban txistularis y las calles gritaba. «¡Mírala, mírala, mírala, Sotera!», era el grito de guerra que reventaba tímpanos y llenaba corazones. Una vez en la casa consistorial, vallada, la pasión y el amor se desbordaron. Una voz pedía por megafonía llevar mascarillas y guardar la distancia social. Pero no hubo distancias en un día en el que la 'Sotera' ganó por centésimas. Bengalas rojas, camisetas moradas y el blanco y azul de la Concha. Colores que se mezclaron para definir el significado de la palabra felicidad.
Un presidente 'realista'
El ambiente era magnífico. Dentro del Ayuntamiento, la alcaldesa, Aintzane Urkijo, dedicaba unas bonitas palabras a los campeones. En la calle subía la temperatura. Los 21 remeros salieron de uno en uno al balcón y fueron ovacionados por unas 1.500 personas. Ander Zabala ondeó la bandera. Estruendo popular. Entonces cogió el micrófono Iker Zabala, entrenador de la 'Sotera'. «En 2016 hablé con el presidente. Me dijo: '¿Quieres ganar La Concha? Tú estás loco'. ¡Aquí la tienes, Carlos!», estalló entre aplausos. Y añadió: «Hay un debate en el pueblo sobre la cantera y los fichajes. Aquí hay santurtziarras, gallegos, rumanos y uruguayos y todos son de Santurtzi». Fue la frase más ovacionada de la tarde. Andoni García, uno de los remeros, prometió volver con más trofeos. «La semana que viene nos toca otra bandera. Haremos el doblete y vamos a quemar el pueblo».
Entre petardos, bengalas y cánticos, el micrófono terminó en las manos de Carlos Insausti. El presidente de la 'Sotera' vio a mucha gente abajo y confesó: «Esto acojona. Vosotros habéis conseguido esta bandera. Va por vosotros». Y entonces protagonizó la gran anécdota del día. Dijo que en octubre había hecho una apuesta con un amigo por si ganaba La Concha. «Los de Santurtzi cumplimos nuestras promesas». Para sorpresa de todos, se puso la camiseta de la Real Sociedad. Silbidos, abucheos. Insausti pedía perdón con gestos. Le entendió todo el mundo. «Aquí, el domingo, os espero a la misma hora y con otra bandera», cerró su discurso. Seguía con la zamarra txuri-urdin puesta. Daba igual. El pueblo destilaba un inmenso orgullo por formar parte de un día histórico.
'Mirala, mirala, mirala'
Ese amor propio de los santurtziarras palpitaba ayer en la plaza que separa el Ayuntamiento y la plaza de San Jorge. Niños en sus cochecitos, de la mano con sus mayores, hasta uno dormido en brazos de su amama, veteranos con txapela... Aficionados de todas las edades saludaron ayer a sus campeones, a los vencedores en La Concha. Hasta allí se acercó Ana, a la misma puerta del Consistorio. Fue una de las aficionadas más animadas. Ella entonó el 'Mirala, mírala, mírala' , al que le siguieron cientos de voces al grito de 'Sotera'. «Cuando era pequeña estaba acostumbrada a que la 'Sotera' se lo llevara todo, pero ha pasado mucho tiempo desde la última Concha. Ya estaba haciendo una buena temporada y el año pasado estuvo cerca. Ya era hora, joder».
A su lado se encontraba la «vascoirlandesa» Éire 0'Gorman, que intentaba subir a su espalda a su hijo Eneko Locke para que viese más de cerca a los bogadores. La mujer estaba encantada con la victoria de la trainera que representa a sus raíces maternas. «Ha sido fenomenal, lo han hecho muy bien. Y ahora mi hijo quiere apuntarse a remar como ellos. Mi madre está muy orgullosa», explica Éire, que insiste en recordar que a su abuelo le llamaban 'Guerrilla' en Santurtzi.
Los cánticos y los abrazos no pararon en el corazón de la antigua bonita aldea. «No hay trainera en Euskadi que se pueda comparar» con su 'Sotera', coreaban un grupo de maduras. 'Cuidado, cuidado, os avisamos, somos los mismos que cuando empezamos' se leía en algunas camisetas. Santurtzi se puso ayer morada de entusiasmo.
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