Positivos de dos tenistas y rebrotes en Serbia y Croacia al no cumplir el torneo de Djokovic con las medidas de seguridad
El búlgaro Dimitrov y el croata Coric dan positivo por coronavirus en un cita en la que no se respetaron las medidas sanitarias
En cierto modo, la lucha contra el coronavirus es como un partido de tenis. La enfermedad puede parecer acorralada, jugándose su supervivencia en un 'match ball', pero puede remontar cuando parecía perdida y volver a confinar al mundo. El tenis, precisamente, acaba de vivir una situación así. Desde el inicio de junio se han disputado dos torneos de exhibición del Adria Tour, en Belgrado y en Zadar. Sin medidas de seguridad. Con público sin mascarillas en las gradas y con jugadores como Novak Dkojovic, promotor del torneo, y Grigor Dimitrov dándose abrazos y ocupando las noches en fiestas multitudinarias en discotecas. Como si el virus ya no contara. Pero ha remontado. Dos jugadores, el búlgaro Dimitrov y el croata Borna Coric, ha dado positivo por Covid-19. La final de Zadar tuvo que ser suspendida y Djokovic ha abandonado Croacia para someterse a análisis en Serbia. Las críticas llueven ahora sobre Djokovic por su inconsciencia.
Y puede haber más casos. Según la prensa croata, el preparador físico del serbio, Marko Paniki, y el entrenador de Dimitrov, Kristijan Groh, también habrían dado positivo. En cambio, otros participantes cono Sasha Zverev, Martin Cilic y Dominic Thiem están libres del virus. Cuando el tenis mundial se prepara para el retorno oficial a partir del 14 de agosto y para asistir al US Open desde el 31 de ese mes, los torneos de exhibición de los Balcanes promovidos por Djokovic han provocado un terremoto.
Djokovic, que preside la asociación de jugadores, es ahora la diana contra la que muchos tenistas cargan, como Nicholas Kyrgios, para quien fue «una decisión descabellada» seguir jugando partidos allí. «Les deseo -agregó- una rápida recuperación a los chicos, pero esto es lo que pasa cuando te saltas los protocolos. Esto no es ninguna broma». Mitchell Krueger atizó con ganas a Djokovic: «Liderazgo estelar», le lanzó en referencia a la condición del serbio de presidente del sindicato de jugadores. Para Noah Rubin, fue «temerario y decepcionante» que el tenis tuviera que afrontar ese riesgo. Y Andy Roddick tiró de ironía al recordar que «aparentemente hay una pandemia».
Cinco casos en el Estrella Roja
El torneo organizado por Djokovic ha terminado en escándalo. El 10 de junio, el serbio fue a recibir al aeropuerto a su amigo Dimitrov. Abrazos sin mascarilla. Se iban de gira. Primero a jugar a Belgrado y luego a Zadar. Dimitrov perdió ante Coric y ahora los dos han dado positivo. Hay temor a que haya más casos. «Quiero asegurarme de que cualquiera que haya estado conmigo estos días se haga la prueba. Siento mucho el daño que he podido causar», se disculpa ahora Dimitrov ya con mascarilla.
Pero quedan las imágenes de la inconsciencia, sobre todo, de Djokovic, que repartió abrazos con compañeros y aficionados. Los tenistas, incluso, disputaron un partidillo de fútbol en el que los goles se celebraron a lo grande. Ese ambiente festivo se repitió la noche tras la final del torneo de Belgrado en una discoteca abarrotada. En Serbia y en Croacia la pandemia ha tenido menos incidencia que en otros países. Djokovic creyó que estaba a salvo. Y no. El virus ha salvado ese 'mattch ball' y amenaza con remontar.
La semifinal de la Copa de fútbol entre el Partizán de Belgrado y el Estrella Roja (2-1) se disputó el 11 de junio ante 16.000 espectadores. Como si no flotara el virus en el aire. Cinco jugadores del Estrella Roja se han contagiado y se cree que los dos casos detectados en Montenegro, donde el virus se daba por desaparecido, proceden de ese partido. El coronavirus sigue ahí, aunque sea al fondo de la pista.