La subida más difícil de Joseba Iraola

El patrocinio de la Unión de Federaciones Deportivas Vascas y la Vasca de Automovilismo en colaboración con el ejecutivo autónomo llega para cinco carreras. Pero vista la progresión que ha conseguido esta temporada y sus serias opciones de estar en el podio al final de la campaña precisa hacer frente al eterno problema de los que se dedican a este deporte. «Necesitamos de forma urgente un sponsor. Con 20.000 euros sería suficiente para terminar el Europeo. Después de Portugal tenemos dos días para decidir si seguimos o tenemos que dejarlo y centrarnos en carreras a nivel nacional», señala.

Los resultados hasta el momento le avalan. A pesar de estar en inferioridad en cuanto a condiciones mecánicas con respecto a sus principales rivales les ha conseguido plantar cara. Los motores V8 de la 'Osella FA 30' del italiano Christian Merli, actual líder, y de la 'Norma M20 FC' del checo Petr Trna cuentan con 30 caballos más, «y la forma de entregar la potencia es mucho más fácil y efectiva, pero no quiero poner excusas. Yo peleó con lo que tengo y creo que soy un afortunado de estar ahí. En las tres carreras disputadas hasta ahora hemos estado en el mismo segundo», apunta Iraola.

Con un equipo formado por su mujer Sheila Lafuente y dos amigos, Argoitz Ircio y Jonathan González, al que se une Asier Lasa para las carreras que no son a nivel continental, su aventura comenzó el año pasado después de que en 2021 lograra tercer puesto en el Mundial de Portugal. Sin embargo, en su primera participación los problemas mecánicos fueron un dolor de cabeza y subió al podio en dos ocasiones. «El resto de la temporada en España ganamos once carreras», destaca.

En esta ocasión todo va sobre ruedas. La experiencia con la que cuenta tras catorce años como piloto y el conocimiento de los trazados le ha permitido limar tiempos. «Tres segundos en cada subida y eso que llevo un lastre de veinte kilos. Siendo constante y haciendo las cosas bien se puede porque la base es buena, aunque tenga que apurar más en las curvas que mis rivales porque mi barqueta corre menos», subraya.

Las citas de Francia –Saint Jean du Gard-Col Saint Pierre–, Austria –Rechberg– y la asturiana Subida al Fito han sido las más técnicas de la temporada y en ellas se ha desenvuelto bien para estar en la pomada, pero en tierras lusas comienzan las carreras más rápidas y complicadas para su motor. «Falperra tiene cinco kilómetros de longitud en las que el año pasado saqué una media de 174 kilómetros, pero se llegan a coger los 265», resume. Joseba Iraola también quiere ser competitivo en los trazados donde el pilotaje cede algo de protagonismo a los caballos.

Para ello afina su trabajo con el objetivo de sacar el máximo rendimiento a su máquina. La mecánica es algo que ya no se le resiste desde hace años. Esta en sus manos. Prolongar la temporada en el Europeo, no. «Pero soy optimista y creo que aparecerá alguien y podré acabarlo», concluye.