«'La Sotera' nos une como pueblo»
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Cerca de 3.000 personas festejan en el puerto de Santurtzi el histórico doblete de la Concha y la Liga, que tiñe de morado la localidad costera entre bengalas, cohetes y mucha alegríaSanturtzi ha puesto este domingo el broche de oro a su semana grande, histórica, envuelta en una gigantesca bandera de éxito y memoria. Solo una semana después de ganar la 'Concha' por centésimas, un suspiro en el que cupo la ilusión de todo un pueblo, la 'Sotera' ha hecho el doblete con la conquista de la Liga Eusko Label. Las calles de la localidad costera han vuelto a teñirse de morado, color de un sentimiento, y la alegría se ha desbordado en toda la villa pero sobre todo en el puerto, lugar elegido para honrar a unos hombres que han sido elevados a categoría de héroes. Casi 3.000 personas han querido homenajear a una tripulación que les ha hecho felices y sentirse orgullosos de lo que son y de lo que quieren ser. 'Cuidado, cuidado, os avisamos. Somos los mismos que cuando empezamos', podía leerse en cientos de camisetas convertidas en la segunda piel de la afición. Cohetes, bengalas, música, gigantes, dantzaris, gritos, aplausos, lágrimas, aurreskus y una enorme pancarta en la que podía leerse 'Aurrera Sotera' constituían el envoltorio de una hazaña que quedará grabada para siempre en la memoria popular santurztiarra.
Ya habían avisado los remeros hace apenas siete días, cuando regresaron a casa con el trofeo arrancado de las aguas de la bahía de La Concha. «Nos vemos aquí la semana que viene con el doblete», bramó desde el balcón consistorial Asier García. «Vamos a quemar el pueblo», prometió a su gente. Y las promesas son para cumplirse. La 'corona' de la liga ya descansa en Santurtzi, donde miles de personas disfrutaron de un día histórico. Solo otras tres traineras pueden presumir de haber ganado estos dos trofeos en una temporada: Urdaibai (dos veces), Astillero y Kaiku. 'La Sotera' ha entrado ahora en este exclusivo club con la intención de seguir haciendo historia. «Gracias en nombre de todo el pueblo. Hemos pasado por un año y medio muy duro, en el que nos ha faltado mucha gente. Gracias por esta alegría. Estamos aquí para apoyaros siempre», ha manifestado la alcaldesa de Santurtzi, Aintzane Urquijo. «No hay local para tanta bandera», se ha oído por la megafonía. Risas y aplausos como respuesta. Ruido de la felicidad.
Los campeones llegaron remando desde Portugalete, donde completaron su obra. A las 14.20 horas entraron en el puerto entre aplausos y vítores. En la rampa les esperaba un pasillo de honor compuesto por 16 banderas conquistadas por el club en esta temporada, nueve de ellas correspondientes a la ACT. Una de las chicas que portaba una de las enseñas era Marlene Cayón, hermana del remero Yeray. Con la mascarilla puesta, hablaba por los ojos. Brillaban. «Estamos muy emocionados. En casa siempre ha habido tradición de remar y ver cumplido el sueño de tu hermano es algo increíble». La joven ha querido ir más allá del mero logro deportivo para dotarlo de un significado social. «'La Sotera' nos conecta a todos en los momentos puntuales, nos une como pueblo». Apenas se le oía entre gritos. El pueblo le daba la razón. Marea morada.
«Tranquilos, hoy no hay camiseta de la Real»
Los bogadores saludaban a la afición, entre la que estaban sus amigos y familiares, también vecinos. Corría el champán. «¡Dame la bandera de La Concha!», pedía uno de ellos. Siempre presente el tesoro de la bahía. A su lado se alzaba imponente la 'corona', cuyo peso lo sentían todos los santurziarras. Era de ellos también, un trozo de memoria. «Este doblete es vuestro», se ha dirigido a la afición Carlos Insausti. «¡Pumuki, Pumuki!», cantaban los remeros. «Así se le conoce en el pueblo», explicaba una trabajadora municipal. «Tranquilos, hoy no hay camiseta de la Real», decía entre risas. El pasado domingo se la puso en el balcón del Ayuntamiento a raíz de una promesa cruzada. «Hemos tenido un año complicado, en el que hubo desbandada. O tirábamos adelante o abandonábamos. Decidimos tirar para adelante. Aquí no se ha ganado por dinero, sino por los huevos de este hombre», ha dicho señalando al entrenador de 'La Sotera', Iker Zabala. Más aplausos. Más ruido.
Zabala ha dado las gracias a la «marea morada», ha mencionado a algunas personas del pueblo y luego ha querido rendir su particular homenaje a los «mamones» que entrena. Dejó el micrófono y se puso de rodillas ante los remeros. «Este año no lo vamos a olvidar», llegaba desde la megafonía. Así lo siente también Nerea de la Quintana, una de las miles de aficionadas que disfrutaban en el puerto. «Lástima que el virus nos impide celebrar esto como es debido. Sentimos orgullo. Los chavales han trabajado muy duro. Hace unos años estábamos en Segunda y mire dónde estamos ahora. Más no se puede pedir». Santurtzi era una fiesta. Todo el mundo estaba bajo una misma bandera. El pegamento de un pueblo.