«Me retiro como profesional, pero seguiré siendo triatleta y deportista», asegura Eneko Llanos

-Es su primera vez en un campeonato del Mundo como este, ¿es diferente la preparación?

-Ya había preparado algo el campeonato de España que fue en febrero y donde quedé segundo. Obviamente, con las carencias de falta de técnica y habilidad sobre la nieve. Pero no se dio mal. En Andorra la peculiaridad es que se realiza todo sobre nieve, tanto correr, la bicicleta de montaña y, por supuesto, el esquí. Será duro.

-A falta de nieve, ¿ha entrenado sobre patines para simular el esquí de fondo?

-Sí. Sin nieve y con las limitaciones de movilidad para poder esquiar tengo unos 'rollerski' que son específicos para complementar ese entrenamiento. Esquí de fondo llevo muchos años haciendo, sí que es cierto que los últimos menos, pero en invierno siempre hemos aprovechado para irnos a la nieve.

-El hecho de que sea su último año como profesional, ¿significa que quiere hacer cosas que no ha hecho en años anteriores?

-Siempre que he podido he hecho el campeonato de España de triatlón de invierno. Al final, son unos meses en los que hay pocas competiciones, el poder hacer algo diferente me ha ayudado a mantener un poco la motivación. Es una forma de pasar estos meses de invierno, que son más monótonos, con ese aliciente competitivo y vas sin presión porque buscas pasarlo bien y disfrutar.

-¿Su objetivo sigue siendo Hawai o eso ha cambiado?

-Mi objetivo era hacer el Ironman de Vitoria. Pero parece que puede haber un inconveniente y es que este año igual no hay categoría profesional. Está todo el calendario en el aire y con mucha incertidumbre. Lo de Hawai ni me lo había planteado porque no sabemos aún si se va a celebrar. Tengo claro que este será mi último año como profesional y quería despedirme en casa, pero eso está en el aire.

-¿Qué le ha empujado a tomar la decisión de retirarse este año?

-Bueno, retirarme como triatleta profesional. Yo sigo disfrutando del triatlón y no veía el momento, pero ya me lo había planteado. Seguiré siendo triatleta y deportista, pero me retiro como profesional y, sobre todo, de la distancia Ironman porque requiere mucho tiempo, mucho entrenamiento y la vida se va complicando, para bien, y la dedicación que puedo tener no es la misma que la de hace 5 ó 10 años.

-¿Tiene que ver en todo esto su nueva paternidad?

-(Risas). Está claro que es una de las razones. Vamos a ser aitas de nuevo en junio de una niña que se llamará Mara. Quiero poder dedicarme a mi familia, a Ruth a mi hijo Jon, a mi hija que está en camino. Por responsabilidad familiar y también por otras cosas que quiero hacer en mi vida.

-¿Su cuerpo también le ha dicho basta?

-Te diría que no. La verdad es que físicamente estoy casi mejor que nunca. No es un tema físico, es algo que ya sentía que tenía que suceder.

-¿Su profesión de bombero también influye en todos estos cambios?

-Sí, es verdad. Tengo una plaza de interino como bombero en el Ayuntamiento de Vitoria. Llevo un año trabajando y pensando en el futuro y en mi vida profesional, una vez que haya dejado definitivamente el triatlón profesional.

-¿Lo de ser bombero es algo vocacional?

-Siempre he tenido esa vocación. En mi entorno tengo muchos amigos bomberos. En las últimas oposiciones que hubo enen Vitoria me presenté y me quedé, por lo menos, en bolsa de trabajo. He tenido la suerte de que en los últimos años me han ido llamando para algunos contratos. Estoy súper contento.

-Igual no es mucho de echar la vista atrás, pero de todos estos años en el triatlón, ¿tiene algún momento especial que nunca olvidará?

-Empecé hace treinta años... Te diría que el Ironman de Vitoria en 2019. Fue el primero que hacía en Vitoria. Ganarlo y encima con las sensaciones que tuve ese día es uno de los mejores y más recientes recuerdos.