De izquierda a derecha Julio Álvarez, Urtzi Barandiaran, David Mendes y Ernesto Elorduy antes de partir a Hawái. igor martín

Hawái, un sueño hecho realidad para cuatro triatletas alaveses

La meca. Los preparativos y las inquietudes de Álvarez, Barandiaran, Elorduy y Mendes ante la gran cita de sus vidas

mikel uriarte

Domingo, 2 de octubre 2022, 00:28

El triatlón alavés estará presente de nuevo en Hawái. Esta vez con cuatro deportistas, Julio Álvarez, Ernesto Elorduy, Urtzi Barandiaran y David Mendes. Los tres ... primeros pertenecen al club Dida Kirol Taldea-Cafés Foronda y el cuarto, al Bulletbike. Álvarez competirá el día 6 en el grupo de 50-54 años. Los otros tres se estrenarán en la mítica prueba del sábado 8. Serán 3,8 kilómetros de natación, 180 de bicicleta y 42 a pie.

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Todos viajaron el viernes con sus respectivas parejas. Diecisiete horas de vuelo con escala en Los Ángeles (EE UU) hasta llegar a su destino para aclimatarse lo más rápido posible a la climatología y al cambio horario. No tienen apenas tiempo que perder. Culminan el sueño de todo triatleta. tomar parte en la prueba reina. Metidos en esta disciplina desde hace ocho años prácticamente se muestran ilusionados. Unos por pasión, otros por la figura de Eneko LLanos.

La cita de Vitoria fue un buen test para ellos, aunque las intensas cargas de trabajo del verano les mantienen en duda respecto a su verdadera condición física. Mendes ya logró el pasaporte para Hawái el pasado año en Vitoria y eso le permitió planificar el viaje con bastante antelación. «Pacté con mi mujer Izaro casarnos por estas fechas para disponer los días y estar allí. No es fácil coger vacaciones en octubre y si se daba esa opción, mi luna de miel sería Hawái», relata entre risas.

Los demás lo supieron al día siguiente de celebrarse la prueba de casa que su sueño se convertía en realidad. «Cuando supe que estaba elegido, fue algo ilusionante. Sabiendo que iban Julio y Urtzi también, fue un subidón. Salí del trabajo a todo meter para llegar al Palacio Europa». Para Julio fue tal el 'schock' que no supo reaccionar al principio. «Ernesto fue el que me dijo que fuera a mirar. No te paras a pensar lo que supone preparar una prueba como esta en cuanto a viajes y entrenamientos», cuenta el veterano del cuarteto.

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Se toparán con temperaturas altas y mucha humedad, lo que les ha obligado a poner en práctica métodos hasta ahora inusuales para ellos, como estar en un baño turco durante bastante minutos tras entrenar o hacer rodillo en casa sin ventilación alguna y con el calor todavía metido hasta la última esquina tras las altas temperaturas vividas durante el verano.

Los consejos de Eneko Llanos

Es lo que más respeto les infunde. «Nos inquieta también que llegue la bici allí, porque ha habido casos de no tenerla el día de competición. Nosotros tenemos la de Julio para nosotros de reserva en tal caso, porque él compite dos días antes», apunta Barandiaran. Tienen en cuenta los consejos de Eneko Llanos, con el que han mantenido varias conversaciones en las últimas semanas. La logística y cómo organizar todo por primera vez ha sido un pequeño quebradero de cabeza en determinados momentos. «Mi pareja se ha dedicado a organizarlo todo. Teniendo tiempo, hemos buscado lo que más nos cuadraba y he podido encontrar algo más asequible», manifiesta David.

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Alguna apretura sí que han tenido Urtzi, Julio y Ernesto en ese aspecto. Al punto de que se alojarán en tres sitios diferentes desde que lleguen. «Ha sido un poco peripecia alquilar coche o coger hotel en Los Ángeles. La logística en un evento así es tremenda. El viaje ha sido casi como preparar el Ironman», describe Julio. Al menos están relativamente cerca de la línea de salida y el traslado será breve.

Cumplen un sueño del que quieren disfrutar y que ni mucho menos pensaban vivir. «Nada más terminar la cita de Vitoria dije que no volvía a hacer un Ironman y a las doce horas estaba pagando el 'slot'. Una vez en la vida surge y a por ello», recuerda Álvarez entre risas de sus compañeros de batalla, mientras que Ernesto no duda en reconocer que «no pensé nunca en que fuera capaz de disputar un hito así». Y es que poco más hay por encima de Hawái.

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Hidratarse ante tanta humedad será clave. No saltarse ningún avituallamiento es básico y cuidar cualquier detalle es mucho. David es ambicioso. «Ojalá pudiera estar entre los diez primeros en mi grupo de edad, pero lo que quiero es acabarlo. Le he puesto muchas ganas y llevo un año que no puedo quejarme en cuanto a resultados», afirma. En su tramo de 30-34 años serán unos 300 los participantes. Muchas quinielas y pocos aciertos. Y es que Hawái es único hasta en eso. Esos cuatro vitorianos podrán contarlo esta vez.

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