De Getxo a Kuwait por el sueño olímpico

A sus 44 años, Elordui vive por y para el karate desde hace décadas. Se enganchó con tan solo cinco años. «Gran parte de mi carácter, que en principio es muy tranquilo, me lo ha dado la disciplina de este deporte», confiesa. Compitió y llegó a ser subcampeón de España. A los 16 años empezó a impartir clases y desde entonces no ha parado. Con 25 debutó como seleccionador de Euskadi, con 34 aterrizó en la Federación Española y llegó a ser seleccionador nacional entre 2012 y 2016.

Sus buenos resultados han llamado la atención lejos de Euskadi. El Gobierno de Kuwait le ha hecho una oferta irrechazable. Además de su sueldo, le pondrá casa, coche y «el mejor seguro médico». Unas condiciones impensables en España. «No podría encontrar el multiplicador para hacer la equivalencia a nivel económico. Te lo ponen todo», asegura a este periódico horas antes de iniciar su viaje. Una oportunidad para poder vivir y disfrutar de su gran pasión.

No obstante, reconoce que, al principio, rechazó la oferta. Acababa de ser padre hace siete meses, por lo que la idea de mudarse a Kuwait no entraba en sus planes. «España es potencia mundial en karate junto con Japón y ser seleccionador nacional para ellos es un referente. Como mi mujer estaba embarazada, el año pasado les dije que no. Este verano me ha llegado directamente una oferta para llevar el equipo del país. Me hacía una ilusión terrible y más en año olímpico, pero solo pensaba en que acababa de abrir un gimnasio, el Iruka, en Algorta, y en la cara que pondría mi mujer», explica. Su sorpresa llegó cuando se lo contó a su esposa, después de haber dicho no por teléfono. «Al momento me dijo que era una oportunidad que solo pasaba una vez y que teníamos que pensarlo».

Uno de los hándicaps era la pequeña Arai. «Al principio creíamos que ir allí con una niña tan pequeña sería complicado, pero luego caímos en que será más fácil ahora con siete meses que no cuando tenga siete años». Elordui es consciente de que vivirán en un país con bastantes restricciones sociales, pero remarca que es «el más occidentalizado del Golfo Pérsico, bastante americanizado. Aunque nos tendremos que leer bien todas las normas por si acaso».

De momento una ya la conocen. Solo pueden entrar a residir quienes vayan con un contrato de trabajo. Eso hará que Asier, su esposa y su hija no puedan pasar juntos la Navidad. «Una vez esté yo allí tengo que pedir reagrupación familiar. Dependemos de la burocracia para reunirnos, en unas tres o cuatro semanas», explica.

Elordui tendrá a su cargo en Kuwait un equipo nacional en el que destacan dos hermanos gemelos y que está «bien posicionado» en el ránking. Un deporte que es uno de los más importantes en el país, por lo que no quieren faltar en el estreno olímpico, luchando por medallas. «Es difícil, pero creo que hay posibilidades», avanza en referencia a Tokio.