30 años del homenaje a Ugarte en la ría
El 24 de abril de 1993 miles de personas y decenas de embarcaciones rindieron tributo al legendario navegante solitario vizcaíno tras su gesta en la Vendée Globe
Surcar la ría en una celebración sin ser un título del Athletic. Tuvo que haber sido un éxito muy grande. Y eso es lo que ... consiguió el navegante José Luis de Ugarte, una hazaña sin precedentes en la vela vasca, y mundial, hace justo este lunes 30 años. Completó la Vendée Globe en 1993 tras unos complejos episodios que estuvieron a punto de costarle la vida. El mito vizcaíno de la vela, quien da nombre a la escuela del Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club, que cumple ahora su 125 aniversario, culminó la vuelta al mundo sin escalas, ni asistencia, para navegantes solitarios. La Vendée Globe, considerada como una de las más duras y exigentes de las competiciones náuticas, encumbró como un regatista inolvidable a Ugarte, fallecido en julio de 2008 a los 79 años. Una calle al lado del que fue su club también lleva su nombre.
135 días
Ugarte alcanzó el puerto francés de Les Sables D'Olonne en la sexta posición, con 64 años, siendo el navegante de más edad. Navegó con el velero 'Euskadi Europa 93-BBK' y llegó con su vela mayor hecha jirones. El vizcaíno empleó 135 días, 6 horas y 4 minutos en dar la vuelta al mundo tras casi 28.000 millas. Tras abrazarse con su mujer Edith lanzó: «No era tan fuerte como creía. Es una prueba inhumana. Nunca más. Esto es algo que sólo se puede hacer una vez en la vida. El sufrimiento físico y mental sobrepasa todos los límites». Tuvo la suerte de contarlo. Y de disfrutar de un recibimiento espectacular. En aquella edición de la regata fallecieron, al desaparecer en el mar, dos regatistas (el inglés Nigel Burgess y el americano Mike Plant) y una vía de agua en el 'Euskadi Europa 93-BBK' le hizo pensar a Ugarte en lo peor. Había 90 centímetros de agua helada en el interior de su barco. Taponó el orificio y achicó los 16.000 litros que habían entrado a bordo.
Gran recibimiento
Aquel merecido recibimiento, que desbordó todas las previsiones, fue impresionante. Ninguno de los que estaba en las márgenes de la ría podía imaginar lo que había pasado el getxotarra. Sin comida, sin viento, una eterna semana parado en el Ecuador y con la mente jugándole malas pasadas.
Fue portada de EL CORREO un día después del homenaje. Ugarte fue agasajado tras cinco despiadados meses después de que iniciara la vuelta al mundo en solitario. Tardó dos horas en la travesía triunfal por el Nervión, con algunos contratiempos. Le acompañaron doscientas embarcaciones. Sonreía y levantaba los brazos. Nadie mejor que él sabía que estaba vivo de milagro. «Lanzaba abrazos a babor y estribor», como detalló en su crónica Fernando J. Pérez en este diario. En el muelle de Churruca, cerca del club del que fue comodoro, fue recibido con una gran traca. Los que sabían de qué iba esto le pusieron una pancarta «Olé tus huevos».
A las seis y media de la tarde su velero, que descansa en el Itsasmuseum, llegó a la altura del puente de La Salve. Desde ahí cayó media tonelada de confeti. El resto del trayecto fue un paseo triunfal. Antes de llegar al lugar de atraque fue recibido con una cortina de agua. Ya en el puente del Ayuntamiento cuatro jóvenes hicieron 'puenting' para desplegar una pancarta: «¡Aúpa José Luis!». Ugarte recibió después el homenaje en el Ayuntamiento tras el pasillo que le hicieron un grupo de remeros. En una imagen se le ve con el entonces lehendakari José Antonio Ardanza y quien era el alcalde, Josu Ortuondo. El 'Euskadi Europa 93-BBK' fue sacado del agua y posado sobre Uribitarte. Ahí estuvo dos semanas.
Hazaña
Como lo hicieron con sus títulos los jugadores del Athletic, el navegante saludó desde la balconada a las miles de personas que acudieron a pesar de la lluvia al entender su hazaña. «Estoy conmovido. Me encuentro sin palabras y en estos momentos tengo miedo de que esa entereza que me ayudó a acabar la regata me falle ahora», declaró. Atrás quedaron los dramáticos instantes por la vía de agua y la desesperante ausencia de viento en el Atlántico.
José Luis de Ugarte fue también uno de los creadores de la Regata Costa Vasca- Trofeo Ballena de Oro de Cruceros, así como uno de los impulsores de la Copa Gitana de barcos clásicos y de las regatas de solitarios en aguas del Abra. En su honor, el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club puso nombre a su Escuela de Vela. Y cada año, desde hace 33, en el mes de septiembre se celebra el Trofeo José Luis de Ugarte con cientos y cientos de barcos en el Abra. Tantos como los que le acompañaron aquel sábado 24 de abril de 1993. El número de personas no fue como en los recibimientos del Athletic, pero el número de embarcaciones sí fue mayor que las que secundaron a la gabarra de los leones.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión