Solo lucieron las defensas en Lasesarre
Barakaldo y Cultural de Durango firman las tablas en un partido muy áspero sin ocasiones de verdadero peligro en los noventa minutos
peru olazabal
Miércoles, 15 de septiembre 2021, 22:15
El regreso a Lasesarre no fue tan animado como a los asistentes les hubiera gustado. Barakaldo y Cultural de Durango firmaron las tablas en un encuentro muy áspero. Ninguno de los dos conjuntos vizcaínos provocó ni siquiera un ápice de peligro en la portería contraria, por lo que el marcador no se movió. Un 0-0 entre dos equipos aguerridos, que demostraron una gran fortaleza defensiva, pero que les faltó brío para llevarse un premio mayor. Nadie mereció la victoria. De este modo, los fabriles logran su segundo punto tras disputar las primeras tres jornadas. Se les resiste el triunfo. Mientras, los durangueses siguen sin conocer la derrota. 7 puntos de nueve posibles les colocan en segunda posición. Solo por detrás del Deportivo Alavés B y empatado con el Anaitasuna.
Lasesarre volvió a acoger público en sus gradas tras año y medio. La pandemia ha provocado que los estadios vascos hayan sido auténticas soleras durante todo este tiempo. Asimismo, en el caso del feudo fabril, su apertura se ha retrasado por la remodelación del césped, que tantos quebraderos de cabeza había provocado y ahora parece estar en perfecto estado, a pesar de las fuertes lluvias que cayeron antes del inicio del choque. Alrededor de 800 espectadores no se quisieron perder esta cita y arroparon a su equipo de nuevo. El ambiente no tenía nada que ver con lo visto durante estos 18 meses.
Barakaldo
Fid; Pedernales, Obeso, Argente, Salvador; Vellisca (Castrillejo, min. 46), Mayo (Ekaitz Fernández, min. 74), Ayo (Galarreta, min. 69), Guillermo (Juaristi, min. 76); Mayordomo y Nates (Borja Álvarez, min. 69).
0
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0
Cultural
Errasti; Alfaro (Txopitea, min. 76), Mikel López, Carracedo, Infante, Torre; Rodellar, Javi Alonso, Ariz (Tinoko, min. 74); Lejardi (De Alba, min. 65) y Azpiazu (Marro, min. 88)
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ÁRBITRO Arantza Gallastegui amonestó a los locales Nates y Vellisca y a los visitantes Errasti, Torre, De Alba y Tinoko.
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INCIDENCIAS 800 espectadores en Lasesarre.
También cabe recordar que el horario del encuentro no invitaba a que acudieran en masa: miércoles a las 20:00 horas. En esta Tercera RFEF, se disputarán varias jornadas entre semana para dar paso a los play-off al concluir esta competición. Solo habían transcurrido cuatro días desde que Barakaldo y Cultural de Durango jugaran sus últimos partidos. Por lo tanto, no fue ninguna sorpresa ver varios cambios en las respectivas alineaciones. Nando Alonso presentó cuatro modificaciones y Jon González tan solo llevó a cabo otras dos. Quedaba por ver cuál de las dos escuadras llegaba con las piernas más frescas.
La primera mitad fue muy tibia. No hubo ni una sola ocasión de gol por ninguna de las partes. Los porteros no tuvieron que interferir. El único que, por lo menos, llegaba a las aproximaciones del área rival fue la Cultural del Durango. Los albiazules llevaron el peso del encuentro en este primer tiempo, con mayor posesión y siendo más incisivos. Sin embargo, chocaron una y otra vez ante la zaga fabril. Los defensores tan solo tuvieron un despiste que pudo acabar en gol, pero el colegiado invalidó la acción por fuera de juego. Mientras, el Barakaldo ni siquiera inquietó a la línea defensiva de cinco hombres compuesta por Jon González.
Ante una actuación tan pobre de sus hombres, Nando Alonso decidió mover ficha al descanso y cambió el sistema. Pasó a jugar con tres centrales, dos carrileros, dos jugadores en medio y tres atacantes. Nada más dar inicio la segunda mitad, estos cambios parecieron surtir efecto. El Barakaldo hizo más daño en cinco minutos que en los anteriores 45. Mayordomo realizó el primer disparo entre los tres palos del envite en el 47, sin poner en demasiados aprietos a Errasti. Aunque estos instantes de lucimiento fueron fugaces y pronto se volvió al ostracismo habitual. No ocurrió absolutamente nada hasta el pitido final. Únicamente un centro envenenado de Iker Salvador fue de las pocas cosas que provocaron los «¡uy!» en la grada.