El Sestao River se engancha a la permanencia con una victoria de quilates

Sestao River y Nástic, que venían de darse un atracón de goles una semana atrás en sus respectivos encuentros, no decepcionaron en el duelo que les enfrentó este sábado en las Llanas. Un encuentro con mucha chispa en el que los de Igor Oca llevaron la iniciativa durante buena parte de los minutos, sobre todo en un primer tiempo de muchos quilates. Los verdinegros, muy enchufados desde el arranque, no tardaron en abrir la lata. A los cinco minutos, Leandro cazaba un balón suelto en la frontal para, en acción individual, acabar batiendo a Rebollo de buen disparo cruzado.

El Nástic, con mucha calidad en el verde, no encontraba la forma de hacer daño a los de la margen izquierda, que cerraban bien filas y trabajaban con enorme solidaridad en defensa. Sin embargo, en un desajuste defensivo, la pelota le acabó llegando a Antoñín totalmente solo en punto de penalti. Un regalo difícil de desaprovechar. Lejos de venirse arriba, el River apenas si tuvo tiempo de acusar el golpe. Un minuto después, Diego Aznar culminaba con una potente volea una buena acción por banda derecha, poniendo a los suyos de nuevo en franquicia.

El cuadro vizcaíno mostró muy buenas hechuras y carácter ante uno de los gallos del grupo. De hecho, buscó con ahínco el tercero, pero le faltó precisión en los metros finales. Y cuando la encontró, como en el arranque del segundo periodo, se topó con Rebollo, que hizo una gran intervención en el doble remate de Diego Aznar y Córdoba. La insistencia del Sestao River no tardó demasiado, en cualquier caso, en encontrar merecida recompensa. A la hora de juego, en un saque de esquina, Gaizka Martínez anticipó bien en primer palo para meter la cabeza y cruzar al segundo palo.

A partir de ahí, el Nástic dio un pequeño paso adelante, insuficiente para amedrentar a un Sestao River muy firme y que anotó una cuarta diana, pero que fue anulada por fuera de juego de Leandro. El conjunto visitante solo logró inquietar, y tampoco demasiado, ya en el último cuarto de hora, con algún disparo desde larga distancia, como el que intentó Migue Leal ya en el 79' y que se fue rozando el larguero. Eso sí, el encuentro tuvo su dosis de emoción en el largo añadido. En el 89', Antoñín recortó distancias, de nuevo haciendo gala de su olfato goleador para cazar un balón en la frontal de la pequeña.