Jon Cabo cumple con 'la ley del ex' ante el Sestao River

En fútbol, muchas veces, se habla de 'la ley del ex'. Esa que advierte de que, cuando te visita un jugador que anteriormente militaba en tus filas, es probable que atine y marque gol. En Las Llanas, Jon Cabo cumplió con ella a rajatabla. El extremo, que vistió la zamarra verdinegra la temporada pasada, anotó el único tanto del encuentro para el Lugo, dando a los suyos los tres puntos y suponiendo la primera derrota del conjunto que dirige Ángel Viadero, que venían de firmar dos empates consecutivos. Así, los sestaotarras caen a los puestos de descenso, transcurridas las primeras tres jornadas ligueras. Todavía queda mucho camino por delante.

Fue muy pronto cuando ya se torció el encuentro para los locales. Únicamente habían discurrido diez minutos de juego, sin que ocurriera nada desdeñable en nignuna de las áreas, más allá de algún tímido intento del Lugo, cuando el cuadro gallego dio el primer golpe, que terminó por ser definitivo. Éstos robaron el esférico en banda derecha, trenzaron una jugada hasta pisar área y allí Jon Cabo se hizo con un rechace para batir a Iago Herrerín. El extremo, en su regreso a Las Llanas, no celebró el gol y pidió perdón a la afición verdinegra, como muestra de respeto.

El Sestao River tenía que remar a contracorriente. Se hizo con el mando en cuanto a posesión se refiere, pero no la transformó en peligro real en primera instancia. Los lucenses habían replegado líneas y fueron consistentes para conseguir que no se acercasen a las inmediaciones de su área. De este modo, hasta los últimos compases de la primera parte, hubo una tregua por parte de ambas escuadras y los porteros fueron meros espectadores. No obstante, el conjunto sestaotarra apretó el acelerador justo antes del descanso.

Marcos Bustillo, en el minuto 41, estuvo a punto de devolver las tablas con un remate de cabeza a centro de Alfred Planas, que se marchó rozando el travesaño. El Lugo contragolpeó después con una conducción de un muy activo Cabo por el costado derecho, cediendo a Roger en boca de gol, pero éste remató alto. No sería todo. Justo antes del paso por vestuarios, Efremov consiguió batir a Lavín con otro testarazo, de nuevo a pase de Planas. Sin embargo, el defensa central y todo Las Llanas observaron estupefactos que el colegiado había anulado el gol por una supuesta falta del zaguero ruso, considerando que había empujado o se había apoyado en el defensor rival a la hora de saltar, aunque éste recogió el brazo. Una decisión más que rigurosa.

Ese colmillo del último tramo de la primera mitad se mantuvo al inicio de la segunda por parte de los sestaotarras, en busca de darle la vuelta a la situación. Leandro Martínez estuvo cerca de firmar el empate con un remate de mucha calidad, casi desde la línea de fondo, disparando con efecto hasta estrellar el balón en el palo largo. Tocaba seguir con el buzo de trabajo puesto. Más tarde llegaron las interrupciones y las pérdidas de tiempo que cortaron de raíz el enérgico comienzo de la escuadra local. Las aguas se calmaron en el césped, mientras que en la grada ocurría el efecto contrario. El feudo verdinegro era un clamor.

El Sestao River también tuvo un buen arreón final, con el público de su lado. El equipo y la afición apretaba intentando llevarse algo positivo in extremis, con mucha presencia en campo contrario. En el tiempo de descuento, Leandro ejecutó una falta directa al borde del área con mucha intención, pero Lavín estuvo atento para sacar la mano y enviarla por encima del larguero.

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