El Eibar sucumbe a un Burgos con más ímpetu

Pero al margen de cosechar la segunda derrota veraniega en los cuatro partidos disputados hasta la fecha, lo más preocupante fue que Jair Amador abandonó el choque con molestias pocos minutos después de haber sustituido a Arbilla avanzada ya la segunda mitad.

El test se antojaba una gran piedra de toque ante un rival que el año pasado protagonizó un destacable campeonato, pese a que finalmente acabó tres posiciones más abajo que la décima posición que ocupó el conjunto azulgrana. Y como cabía esperar, Beñat San José renovó prácticamente por completo un once en el que solo Javi Martínez repitió de inicio respecto al partido disputado en la víspera frente al Bilbao Athletic.

En esta ocasión el donostiarra sí dio la alternativa al lateral portugués Leonardo Buta, fichado precisamente para solventar la anunciada marcha de Cristian Gutiérrez a la UD Las Palmas, que algo nervioso en su estreno como armero, estuvo constantemente escoltado por Sergio Álvarez.

Con la misma seriedad se tomó el choque también el entrenador blanquinegro, Luis Miguel Ramis, que diseñó un dibujo que se puede asimilar mucho al que utilice en Liga para afrontar su amistoso más exigente hasta la fecha, después de los dos partidos disputados, el primero ante el Barakaldo, al que se impuso por 2-0, y después frente a la recién ascendida la Cultural Leonesa (0-0),

Con los exazulgranas Ander Cantero y Miguel Ángel Atienza en sus filas, los burgaleses tomaron la iniciativa con el afán de agradar a los numerosos seguidores blanquinegros que acudieron a Villarcayo, aunque la clara ocasión que dispuso Corpas a pase de Javi Martínez a los 13 minutos de juego dejó patente que el Eibar no estaba dispuesto a ser un mero convidado de piedra.

Sin embargo, un disparo de Iñigo Córdoba que salió rebotado por el larguero dio alas a los castellanos, que adentrándose por el flanco ocupado por Buta generaron ocasiones que ni Arroyo ni de nuevo Iñigo Córdoba lograron concretar por centímetros.

Pero de tanto ir a la fuente, el Burgos consiguió romper el cántaro cuando tan solo habían transcurrido seis minutos de la segunda mitad. Tras una acción ofensiva bien hilvanada, Jonmi pudo impedir la primera embestida que sufrió su portería, pero no pudo evitar que David González marcara a placer libre de marca.

Y aún pudo ser peor, puesto que pese a que el Eibar trató de dar un pasito al frente tras oxigenar sus filas con numerosos cambios, la escuadra burgalesa volvió a gozar de otra gran ocasión con un cabezazo al larguero de Lizancos tras un medido servicio de Chapela.