La cita en Areitio ante el Pau agudiza la necesidad de un sustituto para Puertas

Si bien es cierto que a Beñat San José le faltaban muchos de sus efectivos en ataque ante las bajas por lesión o falta de forma de Madariaga, Alkain, Bautista, Aleix Garrido y Javier Martón, se evidenció la necesidad de contar con un extremo específico que dote al equipo de unas cualidades similares a las que ofreció el almeriense, que anotó cinco goles y repartió otras tantas asistencias durante los 42 partidos en los que participó con la elástica azulgrana.

A la espera de que los fichajes que se han ido incorporando comiencen a mostrar sus prestaciones, la responsabilidad ofensiva recayó en jóvenes como Magunazelaia y el integrante del filial Ekaitz Redondo, así como en Toni Villa y los jugadores del Eibar B Marc Delgado y Endika Mateos.

Y, aunque tanto Redondo como Villa dispusieron de sendas opciones para desnivelar el marcador, la falta de gol sigue siendo la asignatura pendiente, una vez que se ha cruzado el ecuador de la pretemporada.

Pese a que disponía de la opción de adelantar a Cristian Gutiérrez para reconvertirlo en extremo izquierdo, la ausencia del recién llegado lateral portugués Leonardo Buta, que presenció el choque desde la grada junto al resto de los ausentes ante los franceses, el técnico donostiarra prefirió mantener al marbellí en su posición habitual.

Sin embargo, el fichaje del luso refleja que el Eibar sigue a la espera de acontecimientos en torno al defensa malagueño, aunque el hecho de que aún siga aquí también evidencia la firme postura del club armero de no malvenderlo a cualquier precio, ni a la UD Las Palmas, ni a nadie.

Otro tanto de lo mismo ocurre con Sergio Álvarez, que se encamina hacia su octava temporada consecutiva en el Eibar muy pendiente del deseo del Sporting de recuperarle para su causa.

Pese a que se ha reforzado su posición con el fichaje del experimentado Lander Olaetxea, la entidad azulgrana entiende que es una pieza importante en el esquema de San José, por lo que no está dispuesta a dejarle marchar sin una convincente compensación económica que, por ahora, el club gijonés no ha ofrecido.

Y es que, tras desembolsar 1,5 millones de euros al Basilea suizo por la adquisición de Jonathan Dubasin, así como la ejecución de la opción de compra acordada con el Toulousse por César Gelabert, que eleva su traspaso hasta los dos millones de euros, obliga a los blanquirrojos a contener al máximo sus gastos para no tener problemas con el tope salarial.

En definitiva, el compás de espera se alarga tanto para ellos como para los equipos implicados.