El Leioa iguala a golpe de tesón a un Alavés B demasiado conformista

El Leioa arrancó un empate merecido, a golpe de ambición y orgullo, ante un Alavés B que echó por la borda la ventaja de un 0-2 lograda en el minuto 53, tras los goles marcados por Gagua y Víctor López. De poco sirve el punto a los de Sarriena, más allá del orgullo de empatar a un conjunto que cerca estuvo de perder si los locales no hubiesen tenido tan mala puntería.

La ambición de los alaveses quedó clara nada más saltar al campo. Tan sólo habían transcurrido dos minutos de juego cuando Berlanga se coló por banda izquierda y mandó un pase paralelo que cazó Gagua. Pero Iturrioz adivinó la intención. Tapó perfectamente al delantero y el cuero se estrelló contra el cancerbero, que lo desvió. Poco después, el propio Berlanga lo intentó, pero su chut salió flojo.

Al Leioa le costó meterse en el partido. La mejor oportunidad local correspondió a Raly, quien sirvió un balón largo al que no llegó Erraji. Goti, detrás, esperó el error y remató, pero estrelló el balón en la base del poste, casi sin ángulo.

Los de Raúl Llona daban por entonces mayor sensación de peligro. Con Gagua como principal baluarte en ataque. Y en una de esas incursiones se adelantaron en el tanteador. Fue en una jugada magistral, en la que Álex Balboa vio el movimiento transversal de Gagua por detrás de varios defensores. Ninguno advirtió su intención, salvo Balboa, que le metió un balón interior sobresaliente. Con un solo toque se plantó Gagua ante Iturrioz, para colarle el cuero por bajo, entre las piernas.

Buena parte de los peores presagios cayeron sobre los de Iker Bilbao, a los que se les notó faltos de rodaje después de su tercer confinamiento de la temporada. Sabido es que lo peor que puede pasar en esta categoría es que el rival se adelante. Y los albiazules, ayer vestidos con su segunda equipación roja y blanca, obligaron a jugar a contracorriente a los locales. Por si fuera poco, tras la reanudación agrandaron la renta. Por mucho que el Leioa lo intentara con ambición, la puntería la demostró Víctor López, que batió a Iturrioz mediante un disparo lejano en el 53.

En lugar de hundirse, los de Iker Bilbao fueron a por todas. La verdad es que les faltó puntería pero no ambición. Las mejores ocasiones vinieron fruto de dos córners consecutivos en los que se lució Aritz Castro. En el primero, desvió un cabezazo de Morante que iba a gol. Y, acto seguido, respondió con otra gran intervención al testarazo de Yurrebaso. Fueron dos avisos que coincidieron con los peores minutos de un Alavés B demasiado conformista.

Mientras, los azulgranas no paraban de arremeter. Con más corazón que cabeza, pero el tanto se venía venir. Fue Asier Goti el encargado de acortar distancias al encajar un disparo cruzado entre una nube de piernas. Porque la sensación que dio el equipo de Llona fue esa. Demasiado conformismo. Y el Leioa llegó al punto que estaba desatado ante un rival que ni le generaba peligro a medida que pasaban los minutos.

El cerco se apretaba cada vez más. Y ya en el descuento llegó Berasaluze al saque de un córner y estampó la igualada con un cabezazo cruzado. El Alavés B quedó a merced de los de Sarriena, que no paraban de irse para arriba. Y Garai tuvo la victoria en sus botas, pero su disparo lo atajó Aritz Castro.