El secreto de la escalada del Bilbao Athletic

Sin embargo, las sensaciones del equipo sobre el césped alentaban la esperanza de que pudieran cambiar las tornas. Hasta cuando estaba más abajo y los resultados eran negativos, el juego de la escuadra dirigida por Jokin Aranbarri era superior al de sus rivales. El centro del campo formado por Alejandro Rego, Beñat Gerenabarrena y Peio Canales era muy dominador y llevaba el mando en la mayoría de los encuentros. Pero el balón no entraba y surgieron las dudas.

El gran debe de los cachorros era la determinación en las áreas. Al filial le costaba un mundo convertir las ocasiones que generaba y era el séptimo equipo que menos marcaba de su grupo. Los máximos artilleros al concluir la primera vuelta eran Ibai Sanz y Aingeru Olabarrieta, con tres goles cada uno. Pero, sobre todo, acusaban una fragilidad defensiva preocupante. Era la quinta escuadra que más encajaba y únicamente había sido capaz de dejar la portería a cero en cuatro ocasiones, con un problema evidente en las acciones a balón parado.

El técnico, Jokin Aranbarri, agitaba el árbol en busca de soluciones. Pasó de apostar por Eneko Ebro, Aingeru Olabarrieta, Iker Varela y Asier Hierro a hacerlo más habitualmente por el recuperado Ander Izagirre, Endika Buján -al igual que Olabarrieta ya ha debutado con el primer equipo-, Ekain Azkune e Ibai Sanz. Aranbarri comenzó a dar con la tecla gracias al buen desempeño de estos últimos, además de por la tremenda irrupción de Ibon Sánchez tras la promoción de Canales a la plantilla de Valverde.

Los fantasmas comenzaron a disiparse. Ander Izagirre dotó a los cachorros del poderío aéreo que tanto necesitaban en el centro de la zaga, acompañado por un Jon de Luis que ha ido de menos a más y que ofrece una limpia salida de balón. La sala de máquinas, comandada por Rego, Gerenabarrena e Ibon Sánchez, funcionaba a las mil maravillas, mientras que Buján aportó mucho desequilibrio en banda derecha e Ibai Sanz sí tenía el perfil goleador que demandaba el equipo. Además, Mikel Santos y Johaneko han dado un paso adelante en sus demarcaciones.

Esta coctelera de buenas irrupciones supuso un punto de inflexión en la dinámica del Bilbao Athletic. Los cachorros han logrado vencer en sus últimos cuatro encuentros, en los que no han recibido ni un solo gol -0-2 ante el Andorra, 2-0 contra el Sestao, 0-2 ante el Zamora y -0 frente al Arenteiro-. En los planes iniciales han coincidido siempre Santos, Irurita, De Luis, Rego, Ibon Sánchez, Buján y Azkune. Solo se han perdido alguno de ellos Izagirre, Johaneko, Gerenabarrena e Ibai Sanz. El once ahora está bastante definido.

Aunque Gastesi, Duñabeitia, Ebro, Aguilar, Olabarrieta, Varela, Hierro y Oyono también aprietan para ganar protagonismo y podrían ser importantes en cualquier momento. De hecho, fue Aingeru Olabarrieta quien desatascó el último duelo contra el Arenteiro, dando la asistencia del único tanto del partido. De este modo, el Bilbao Athletic ha protagonizado una gran escalada, situándose en la novena plaza. De seguir con esta progresión, el filial podría cambiar incluso sus aspiraciones. Y es que está a la misma distancia de play-off de ascenso que del descenso -cinco puntos. Mañana se enfrenta al Nástic a domicilio (16.00 horas).