Manu Calleja, técnico del Laredo: «Toca tragar veneno»

Una doble amarilla a Álex Rasines en apenas diez minutos señaladas por el colegiado asturiano García Riesgo y un penalti muy riguroso sobre Ewan Urain, que convirtió Nico Williams justo antes del descanso para empatar el envite entre el Bilbao Athletic y el Laredo, enfadó al técnico cántabro, Manu Calleja, que también fue expulsado por protestar mediada la segunda parte. El Laredo acabó sucumbiendo por el gol de Juan Artola y le deja en el disparadero con menos margen para esquivar los puestos comprometidos. Calleja estalló al término del envite: «Hoy toca tragar veneno», señalaba de manera gráfica mordiéndose la lengua para no empeorar las cosas con ese 2-1 final en el luminoso del Campo 2 de las instalaciones de Lezama.

«Voy a respirar y pensar lo que digo..., posiblemente si me dejo llevar por lo que pienso, es peor», se arrancó Calleja, para relatar su versión del partido, en el que su equipo había desarrollado una «gran primera parte, donde el equipo trató de tú a tú al Bilbao Athletic, donde puso en práctica lo que habíamos previsto. Hemos sido superiores hasta este fatídido minuto de la expulsión a Rasines, que no quiero calificarla, y del posible penalti, que no ha habido nada, en la que la acción estaba acabada«, subraya el técnico del Laredo, que ha vuelto este curso a casa tras sus experiencias en Cuenca, Toledo y Omán, y con pasado al frente de los banquillos de Balmaseda y Portugalete. Calleja remarca respecto a esta pena máxima que el juez de línea »ha reconocido que no es a la gente de fuera«.

Con este empate a 1 campando en el marcador, en la segunda parte «el gol por un centro lateral en el que hemos dado ventaja«, reconoce, fue letal para el Laredo. »Hemos competido a buen nivel, no les hemos dejado marcar el tercero, ni siquiera llegar, y hemos tenido dos ocasiones claras de Saúl y el golpeo de Toboso, pero con un menos ante un rival de este nivel y en un campo tan grande...«, justificaba. Por ello, Calleja señala que pese a una segunda parte más que digna, le tocaba »tragar veneno« y resumir en este contexto de asimilar el varapalo en Lezama, que »el Laredo está muy vivo y derrotas como esta te hacen conseguir victorias en el futuro; tenemos que seguir con esta mentalidad, con esta idea y seguir peleando para nuestro objetivo«, zanjaba un Calleja diáfano en sus apreciaciones.