Las claves del Bilbao Athletic

El Bilbao Athletic se mide al Burgos CF este domingo en el Francisco de la Hera de Almendralejo para disputar la última criba para ascender a Segunda División tras dos primeras fases previas excelentes, quedando segundo detrás del Sanse al caer diezmado por las lesiones en el Mundial 82 de Logroño. El filial rojiblanco, pese a su juventud, se ha mantenido firme sobre sólidos pilares que explican su trayectoria entre lo más granado de la Segunda B. Ha sobrevivido con los 8 elegidos de los 102 que arrancaron la andadura en este accidentada temporada por culpa de los efectos de la pandemia en su curiosa configuración. Se ha mostrado fiable pese a los palos en las ruedas que ha sorteado. El Burgos representa el último escollo.

Joseba Etxeberria tiene mucha culpa de la situación de bonanza que mantiene este Bilbao Athletic en sus dos campañas de mandato, tras recalar como técnico avalado por sus experiencias al frente del banquillo de la SD Amorebieta, en Segunda B, y Tenerife en Segunda. Ya en el mes de julio de 2020, en la Costa del Sol, solo la tanda de penaltis ante el CD Badajoz impidió la machada del ascenso. Su imagen motivadora abrazando a sus jugadores en el Municipal de Villanueva de la Serena lo reflejaba todo. Táctica y empuje que aplica con su pizarra un Etxebe que aspira a todo: «Estando ya en la final, no nos vamos a parar aquí. Estamos capacitados para ganar, queremos subir a Segunda División», es el ambicioso mensaje que envía en el vestuario a nivel interno y externo. Su excompañero en el Athletic, César Caneda, lo verbalizaba perfectamente a este periódico: «Me flipa la capacidad de transmitir de Etxebe», lanzaba como reflejo gráfico. El míster elgoibartarra ha sabido hacer equilibrismos en las alineaciones para sortear lesiones, sanciones, confinamientos, pérdidas obligadas sobre la marcha como las de Areso y Zarraga, además que parchear a los promocionables el pasado verano como Sancet, Vencedor, Morcillo y Vivian.

Álvaro Núñez, por la derecha, e Imanol García de Albéniz, por la izquierda, han protagonizado cabalgadas por sus respectivas bandas de manera profusa y muchas veces efectivas. Además, no han descuidado la defensa. Dos jugadores fibrosos, con piernas y desparpajo. De ambos, cosecha del 2000, se espera un futuro prometedor después de confirmarse en su segunda campaña en Segunda B, casi la primera de Núñez por una lesión del pasado curso que le relegase al Basconia. Dos carrileros con muchas resistencia y calidad, que han monopolizado los dos flancos debido a la negativa a renovar de Areso, que le relegaba al ostracismo.

Por las botas de Beñat Prados (2001) pasan todos los balones del Bilbao Athletic. Doma la bola, la desplaza y distribuye entre sus compañeros. Acaba de ser renovado hasta 2025. El volante navarro, internacional en categorías inferiores, que ha sido convocado por Marcelino García Toral en este tramo final de Liga para suplir a Dani García, aunque no llegó a debutar, ha hecho las veces de Unai Vencedor este curso en el filial. Un Prados polivalente, que se puede adaptar a la posición de 8, con personalidad y carácter. Un futbolista con jerarquía que abarca mucho campo. Le escoltan pulmones como Diarra (98) y San Bartolomé (99) para oxigenarle en la creación, atentos a las marcas y solidarios en los esfuerzos.

Los dos Nicos, Williams (2002) y Serrano (2003), promocionados desde el Juvenil de Honor sin pasar por el trámite intermedio del Basconia, se han convertido en un referente del Bilbao Athletic en su estreno en la categoría. Un signo de distinción que alerta y fija las defensas de los equipos contrarios. Ambos son muy rápidos y desequilibrantes. El menor de los Williams, que suele desenvolverse como extremo derecho, ya ha debutado en dos partidos con Marcelino en Primera División. Suma 9 goles y 11 asistencias en el filial. Mientras, Serrano ha ralentizado más su proyección por culpa de una lesión en el hombro y de un confinamiento. Aún así ha dejado destellos de su potencial como un gol marcado al Calahorra desde el medio del campo de Lezama. Los dos son internacionales Sub-19 con Santi Denia y en el club se espera que sean futbolistas del primer equipo a corto plazo. Jon Cabo ha contado también con presencia, corroborando su talento y rapidez de movimientos. Ante el Celta B anotó el 1-0 con clase y colocación desde la frontal del área.

Diez goles y seis asistencias avalan a Juan Artola (2000) este curso, mejorando sus números del pasado ejercicio. Renovado hasta 2025, su polivalencia ha resultado clave esta temporada. Es el más listo de la clase. Puede desenvolverse, indistintamente, como mediapunta, extremo derecho o delantero. De hecho, ante el Celta B en el semifinal del playoff de ascenso, ejerció de falso 9, gozando de dos ocasiones muy claras fruto de su destreza, aunque no marcó. Siempre ha sido el tapado de su generación, pero se confía mucho en su proyección de futuro. De hecho, a Marcelino García toral le gusta especialmente. Tiene el don del gol y de la colocación, así como un juego de cabeza notable pese a no ser un futbolista alto. Las lesiones de Urain y Tascón, los dos nueves específicos, en algunos partidos le han permitido campar a sus anchas en posiciones más ofensivas para buscar puerta.