Hodei Oleaga: «Nunca he bajado los brazos ni me he venido abajo»
El guardameta del Barakaldo volvió a jugar el pasado domingo tras más de cuatro meses relegado al banquillo
PERU OLAZABAL
Jueves, 1 de abril 2021, 18:36
Hodei Oleaga deshizo su contrato en verano con el Athletic para buscar minutos en el Barakaldo. El espigado portero de Laudio jugó los primeros tres encuentros de liga y después se desvaneció, viéndose relegado a la más absoluta suplencia. Esto hizo que el guardameta hiciera más méritos para volver a jugar. «Yo nunca he bajado los brazos ni me he venido abajo, al revés, he entrenado aún mejor en esta situación», asevera a EL CORREO. Su recompensa llegó el pasado domingo frente al Leioa, más de cuatro meses después de su última aparición.
Por lo tanto, el arquero vivió el duelo prácticamente con la tensión de un debutante. «Los porteros tenemos que mostrar mucha seguridad y yo tenía cierto miedo de no saber manejar esa tranquilidad», reconoce. Todo le salió a pedir de boca: victoria vital y portería a cero. «No hay mejor manera de volver», resalta. El Barakaldo jugará el próximo miércoles su primer partido de la segunda fase, donde aspiran a salvar la categoría. Este primer compromiso será ante el Ejea en Lasesarre y Jabi Luaces tendrá que decidir si decantarse por Javier Rabanillo o depositar de nuevo la confianza en Oleaga.
- Se desvinculó del Athletic, donde todavía le restaban dos años de contrato, para fichar por el Barakaldo. ¿A qué se debe este movimiento?
El Athletic tenía pensado volverme a ceder y esa no era mi idea. Preferí desvincularme para hacer el camino más libre por mi lado y, si las cosas me iban bien, podría volver al equipo de mi vida algún día. Ahora hay muchos porteros de calidad en Lezama y yo quería tener minutos, por lo que el Barakaldo me parecía buena opción.
- A pesar de querer ganar protagonismo, solo ha jugado cuatro partidos esta temporada. ¿Se arrepiente de esa decisión?
No. Las decisiones te pueden salir o mal. Lo único que está en mi mano es entrenar duro y luego es el míster quien tiene que tomar las decisiones.
- Fue titular en los primeros tres encuentros de liga y luego se ha visto relegado al banquillo. ¿Cómo ha manejado esta situación?
Jugué los tres primeros partidos y la cosa no fue bien. El equipo necesitaba un cambio y el entrenador de aquel momento decidió hacer un relevo en la portería. A nadie le gusta ser suplente, pero no puedes enfadarte o echar las culpas al míster. Hay que demostrar para volver a ganarse su confianza. Yo nunca he bajado los brazos ni me he venido abajo, al revés, he entrenado aún mejor en esta situación.
- Usted tenía una relación especial con Gorka Iraizoz. ¿Cómo le sentó su dimisión como entrenador de porteros?
Tanto para Javier (Rabanillo) como para mí fue un palo. Gorka nos estaba enseñando todo lo que él sabía y en pocos meses mejoramos en muchos aspectos. Nos dio mucha pena. Además, en este caso, había mucho feed-back al ser su primer año como entrenador de porteros. Nosotros también intentábamos ayudarle lo máximo posible a él.
- Este último encuentro volvió a la portería tras cuatro meses sin jugar. ¿Cómo vivió su regreso a la titularidad?
Me pilló por sorpresa, Jabi (Luaces) no me había comentado nada y fue una gran alegría para mí. Al principio salí con muchos nervios porque a un portero se le nota mucho más que a un jugador de campo cuando no juega. Los porteros tenemos que mostrar mucha seguridad y yo tenía cierto miedo de no saber manejar esa tranquilidad. Al final creo que lo hice bien, varios compañeros me felicitaron y para mí eso es un orgullo.
- Volvió con victoria y portería a cero. Mejor imposible.
No hay mejor manera de volver. Esta última victoria nos ha dado un gran impulso moral. Estábamos afectados porque la situación no es buena. Menos para un equipo como el Barakaldo. Necesitábamos ganar como el comer, era un partido vital para nosotros y hacerlo con portería a cero hizo que me fuera muy contento a casa.
«En nuestra cabeza no cabe otra cosa que salvar la categoría»
- ¿Confían ahora en lograr la permanencia?
En nuestra cabeza no cabe otra cosa que salvar la categoría. Quedan ocho finales y tenemos que sacar casi todas adelante. Tenemos varios equipos por delante, así que tenemos que salir en todos los partidos a morder.