El Barakaldo logra su segunda victoria en cinco días

«¡Que el ritmo no pare!», como decía aquella canción de Patricia Manterola que sirvió de himno para la Vuelta Ciclista de 2002. El Barakaldo está lanzado desde que Jabi Luaces cogió las riendas del banquillo. El técnico de Busturia se hizo cargo de los de la Margen Izquierda cuando estaban totalmente denostados, con solo cinco puntos en su casillero. En apenas cinco días, el conjunto fabril ha sumado otros seis al lograr la victoria ante el Real Unión el pasado sábado y ayer frente al Laredo. Los gualdinegros parecen haber entrado en buena dinámica y ahora parece más posible que nunca salir de los puestos de descenso y alcanzar las posiciones que aseguran la permanencia, que tienen a seis puntos. Por el momento, esta última victoria les ha permitido abandonar el farolillo rojo, adelantando en la clasificación al Leioa y al Portugalete al mismo tiempo.

A pesar de ser un partido entresemana, ninguno de los dos técnicos quiso reservarse y ambos conjuntos salieron con todo. Jabi Luaces solo presentó dos cambios respecto a la alineación que saltó el pasado sábado de inicio ante el Real Unión. Julen López sustituyó a Carles Marc en el eje de la zaga y Pitu entró por Santana. A los fabriles les salió el plan a la perfección contra los fronterizos y el entrenador de Busturia quiso tocar lo menos posible el once. Por parte del Laredo, Manu Calleja también presentó dos modificaciones respecto a la alineación que presentó frente al Arenas -vencieron por 1-0-, introduciendo a Saúl García por Ricky y a David Sanz por el sancionado Manu Ortiz.

El Barakaldo llevo la batuta del choque en los primeros compases del encuentro. Los fabriles dominaron la posesión con mucha claridad, pero no estuvieron muy precisos con el balón en sus pies y no pudieron ni siquiera aproximarse al área contraria. Los cántabros no querían tejer ninguna jugada desde atrás y esperaban sin balón a que el cuadro gualdinegro cometiera algún error que les permitiera hacer daño. A pesar de que apenas tuvieron el esférico, la primera oportunidad fue para el Laredo a balón parado, el gran fuerte de este equipo. En el minuto 18, Álvaro García aprovechó la peinada de un compañero desde el primer palo para rematar de cabeza sin prácticamente oposición, pero su testarazo se fue alto.

El Barakaldo persistió durante toda la primera mitad, tratando de superar la gran muralla defensiva del Laredo, con poco éxito. No obstante, pasada la media hora de choque lograrían inquietar por fin a los cántabros, disparando varias veces entre los tres palos. Este cuarto de hora fue un carrusel de ocasiones para los fabriles. El primer intento lo protagonizó Seguín con un tiro lejano en el minuto 31, pero se fue desviado. Tres minutos después, Pedrero salvó a los suyos al encimar a Obolskii en una buena acción del ruso. El propio ariete tuvo otra ocasión muy clara justo antes de concluir al primer tiempo, pero no finalizó con brío y pudo detener el guardameta. Pitu y Ribeiro también probaron suerte, pero no lograron marcar la esperada diana.

En la segunda parte, el dominio comenzó a ser más alterno. El Laredo empezó a apretar más a los fabriles y disfrutaron de varios saques de esquina y alguna falta cerca del área del Barakaldo. El peligro se intuía en cada una de esas acciones. A los 57 minutos de juego, Rabanillo salvó los muebles a los suyos con una parada antológica con los pies que evitó el gol de Álvaro García. Los brillantes reflejos del portero asturiano sirvieron para desequilibrar la balanza hacia el otro lado solo dos minutos más tarde. Los fabriles llevaron a cabo una jugada combinativa excepcional hasta llegar el balón a Seguín en la parte izquierda del área y disparó al primer toque mandando el balón al fondo de las mallas y adelantado a los locales.

En el tramo final, el Barakaldo dio un paso atrás para amarrar el resultado y el Laredo se volcó, colgando un gran número de centros al área. Tocó final tenso para los fabriles, pero quedó patente que la suerte también estaba de su lado. En el minuto 81, Rabanillo realizó una mala salida, dejando un balón en los pies de Siafa con la portería vacía. Esta vez, fue Julen López quien se erigió como héroe sacando el disparo de la línea de gol. Fue decisivo. Siafa fue expulsado por doble amonestación a falta de cinco minutos para la conclusión del partido, pero el Laredo siguió atacando sin cesar, aunque su insistencia no tuvo recompensa y el Barakaldo sacó tres puntos de oro.