Imanol ataca a Traoré tras el primer gol del PSG: «Si deja al equipo con uno menos es porque tiene que ir al hospital»

Pocas veces se le ha visto tan cabreado a Imanol Alguacil en rueda de prensa. El entrenador de la Real Sociedad no se mordió la lengua ante los periodistas cuando tuvo que analizar la segunda parte de su equipo, especialmente a partir del primer gol encajado en el minuto 58. El PSG disponía de un córner a favor, el balón le llegó medido a Marquinhos y este, en una especie de segundo centro, la puso en el segundo palo donde Mbappé entró solo y remató a dos metros escasos de Remiro. Fue el primero de los dos goles que dejan muy a favor la eliminatoria para los parisinos.

El gol estuvo mal defendido y llegó cuando la Real más achuchaba al todopoderoso PSG en París. Por eso y por cómo se produjo la jugada, Imanol estalló tras el partido. Al técnico de Orio no le gustó que Traoré pidiese ser atendido segundos antes del lanzamiento del córner. El defensor sufrió un tirón y pidió la asistencia en el momento menos oportuno. Dejó a su equipo con diez y defender un córner en inferioridad numérica es una tarea complicada. Pasó lo que pasó. Mbappé marcó y el rumbo del partido, y quien sabe si también la eliminatoria, cambió.

«Si un jugador deja al equipo con uno menos es porque tiene que ir al hospital», afirmó Imanol. Lamentó «haber regalado el primer gol». Fue muy crítico con la gestión de su jugador: «Hemos defendido el córner con uno menos y nos hemos ido del partido. Eso no nos puede pasar si estamos luchando por pasar a cuartos. Al final hay que dar las gracias porque solo hemos encajado dos goles. Es una pena después del primer tiempo realizado».

Porque los primeros 45 minutos de la Real Sociedad rozaron la perfección en cuanto a batalla en el medio campo se refiere: «El partido había sido igualadísimo, de tú a tú. En el descanso les he insistido a los jugadores en que si encajábamos un gol, que podía suceder, nos mantuviéramos tranquilos porque hay un partido de vuelta ante nuestra afición». La remontada se antoja difícil. Los donostiarras deberán ganar al PSG por una diferencia de mínimo dos goles.

Las buenas sensaciones que dejó la Real en el terreno de juego las alabó Luis Enrique en la sala de prensa: «Qué manera de competir. Venir a París ante un rival como nosotros y hacernos el destrozo que nos han hecho... ha sido una maravilla». Y aunque aún quedan tres semanas para el partido de vuelta, el asturiano ya piensa en Anoeta: «No quiero ni pensar lo que nos espera en San Sebastián... La Real tiene un resultado muy adverso pero va a ser muy complicado». «¡Qué sufrimiento. Casi nos la lían!», zanjó.

El cuadro txuri-urdin necesitará hacer una machada dentro de tres semanas para estar en los cuartos de final de la Champions. El conjunto de Imanol Alguacil derrochó valentía en el Parque de los Príncipes y durante muchos minutos logró mirarle a los ojos al temible PSG de Kylian Mbappé, pero el esfuerzo acabó pasándole factura en la segunda parte y el campeón galo aprovechó el cansancio de los hombres de Imanol Alguacil para asestarles dos zarpazos que le acercan poderosamente a la siguiente ronda. Los goles de Mbappé, letal con y sin espacios, y de Barcola, otro purasangre, ponen muy cuesta arriba el cruce para los donostiarras, de personalidad incuestionable pero roma por quinto partido consecutivo.

La experiencia debía ser un factor a favor del PSG, que se topó sin embargo con una Real Sociedad muy agresiva en la presión y desprovista de complejos. Atrevida propuesta que pudo costarle cara al conjunto donostiarra tras una pérdida de Zubimendi que permitió a Mbappé lanzarse en estampida hacia la portería que custodiaba Remiro. Repelió el cancerbero el disparo cruzado del crack de Bondy sacando una mano de titanio para evitar el tanto en un inicio descamisado por parte de los dos contendientes en el que también pudo pescar la Real con un golpeo lejano aunque desajustado de André Silva, otro cercano de Kubo que buscó el palo corto aunque también sin fortuna y en un cabezazo del ariete luso que no encontró puerta por poco.

Lejos de pesarle el escenario, la Real se dio el lujo de tutear al campeón francés, al que Luis Enrique ha dotado de consistencia. El PSG se desprendió de estrellas de compromiso más que dudoso, pero ha ganado obreros no exentos de talento que están dispuestos a sacrificarse por la causa. Ya no es aquella constelación de astros que apenas lograron brillar al unísono, pero a cambio tiene esa alma que siempre echó en falta.

El plan le estaba funcionando a las mil maravillas a la Real Sociedad, pero cualquier despiste pasa una factura muy elevada cuando enfrente está un equipo como el PSG. Llegó en una acción de estrategia en la que Maquinhos prolongó al segundo palo un córner botado por Dembélé y Mbappé aprovechó la falta de vigilancia de Kubo para descerrajar a Remiro. La menor competitividad del campeonato galo respecto a la Liga española y la mayor profundidad de plantilla del PSG frente a una Real Sociedad lastrada por las bajas otorgaba a los locales una superioridad física que fue acentuándose con el paso de los minutos, sirviendo un marco adecuado para que los atletas del PSG cabalgasen desbocados. Lo aprovechó Barcola, que encontró pista despejada por el carril que defendía un exhausto y tocado Traoré para sellar ese segundo tanto que le pone muy cuesta arriba la eliminatoria a una Real Sociedad osada pero que se quedó sin fuelle.

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