El Bayern entra en barrena

La sensaciones, sin embargo, nunca fueron del todo positivas. El Bayern no era la maquina competitiva que Tuchel creó en el Chelsea, y ciertos jugadores parecían excesivamente encorsetados bajo la rigidez táctica del entrenador alemán. Tampoco se entendían ciertas decisiones del técnico, la más obvia, el ostracismo al que había sometido a De Ligt después de que los bávaros pagaran 67 millones por él dos veranos atrás.

Este castillo de naipes se ha derrumbado en apenas una semana, en la que el Bayern ha perdido tres encuentros de forma consecutiva. El primer golpe se lo dio el Leverkusen el sábado pasado. En un duelo clave por el título, el equipo muniqués dió una imagen horrible, encajó tres goles y no consiguió un solo remate a puerta. Tuchel fue muy criticado tras el encuentro por algunas decisiones como la de cambiar a defensa de tres o jugar con los laterales a pie cambiado. El segundo golpe se lo infringió la Lazio en la ida de los octavos de la Champions. El Bayern dominó el encuentro hasta que un grave error de Upamecano supuso un penalti a favor de los italianos y la expulsión del central francés. La eliminatoria queda todavía abierta para la vuelta, pero la derrota contribuyó a enrarecer más si cabe el ambiente en el club.

El tercer y puede que definitivo golpe para Tuchel llegó este domingo ante el Bochum, un equipo al que había goleado por 7-0 en el partido de ida. Se las prometían felices los bávaros después de adelantarse por mediación de Musiala a los quince minutos, pero vieron como el Bochum remontaba antes del descanso. La segunda parte del Bayern fue muy decepcionante, acumulando una posesión insulsa y sufriendo en las transiciones de su rival. En una de ellas Upamecano cometió un nuevo penalti y se marchó expulsado. El Bochum anotó el tercero y a pesar de que Kane recortó distancias en los minutos finales los tres puntos se quedaron en la cuenca del Ruhr.

Tras el partido, la prensa alemana informaba de una reunión de urgencia de la directiva del Bayern. La figura de Thomas Tuchel está más discutida que nunca, y las próximas horas pueden deparar novedades sobre el futuro del técnico. Tras la victoria del Leverkusen ante el Heidenheim por 1-2 en el día de ayer, el Bayern queda a ocho puntos del equipo de la aspirina. En los once años de dominio bávaro de la Bundesliga nunca se habían visto en una situación semejante. Quedan doce jornadas y el Bayern debe reaccionar de inmediato si quiere competir hasta el final por un título que ya parecía propiedad exclusiva del equipo de Múnich.