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Lágrimas. Eric Abidal en primer plano y Rosell detrás cuando ambos anunciaron en 2103 el adiós del jugador al club. AFP
Abidal se defiende: «El trasplante fue legal»

Abidal se defiende: «El trasplante fue legal»

Unas escuchas al expresidente culé Sandro Rosell destapan que la operación al jugador en 2012 se realizó con un supuesto «hígado ilegal»

Javier Muñoz

Miércoles, 4 de julio 2018

¿Qué tienen que ver las corruptelas del expresidente del Barça Sandro Rosell con el hígado que en 2012 le trasplantaron al exdefensa francés Eric Abidal, actual director deportivo culé, y que recibió oficialmente de su primo Gerard?

Es un turbio acertijo que golpeó este miércoles al Barça, provocó la apertura de una investigación de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y sea cual fuere la solución que tenga, se encuentra en unas grabaciones. En las escuchas realizadas en 2017 por la Guardia Civil y la Policía Nacional al exmandatario blaugrana, que está recluido sin fianza en Soto del Real desde hace un año y fue formalmente procesado la semana pasada por blanqueo, organización criminal y apropiación de dinero de la Confederación Brasileña de Fútbol. Esos pinchazos, autorizados por la Audiencia Nacional, han salpicado a Abidal porque, según 'El Confidencial', de las conversaciones registradas se deduce que Rosell estaba al corriente de cómo en 2012 el club que entonces presidía compró supuestamente «un hígado ilegal» para el jugador, entonces aquejado de una recaída de su cáncer y necesitado de un trasplante para sobrevivir.

Las escuchas han desencadenado una tormenta mediática en Barcelona, empezando por el propio Abidal, que a través de un comunicado de la fundación que lleva su nombre aseguró que el tratamiento quirúrgico se adecuó «a los procedimientos y protocolos establecidos». «La fundación -señaló la nota- lamenta que se ponga en duda la honorabilidad de todos los implicados en el proceso, a quienes Eric Abidal les profesa una gran admiración y un enorme agradecimiento, en especial al donante, su primo Gerard». La directiva del Barça, que preside Josep María Bartomeu, antiguo colaborador de Rosell, desmintió «rotundamente» cualquier irregularidad y lamentó que hayan quedado en entredicho la reputación de Abidal, la de las autoridades médicas y la del propio Rosell.

La Organización de Trasplantes anunció este miércoles que abrirá una investigación

Consecuencias

Mas tajante fue el Hospital Clinic de la Ciudad Condal, el centro público donde el futbolista recibió el trasplante en abril de 2012, cuyos responsables aseguraron haber seguido los meticulosos procedimientos de las operaciones con un donante vivo. Uno de los pasos, subrayó el Clinic, es que ese donante y el médico encargado de la extracción (cuando se trata del hígado es sólo una parte y el órgano se regenera) se entrevistan con un juez para asegurarse de que no hay contraprestaciones económicas ni presiones psicológicas.

La consejería de Sanidad de la Generalitat y la ONT también reaccionaron este miércoles a la noticia. La primera abrirá un expediente de oficio mientras que la ONT, ante «la gravedad» de las acusaciones, anunció una investigación en colaboración con el Hospital Clinic y la Organización Catalana de Trasplantes (OCATT). La entidad dejó clara su postura ante cualquier irregularidad en un trasplante-«tolerancia cero»-, pero agregó que, con la información de que disponía, sólo podía decir que con Abidal el proceso se había realizado con arreglo a «la legislación vigente».

Previo archivo judicial

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya recordó, además, que un juzgado, el de Instrucción número 28 de Barcelona, ya había investigado la intervención quirúrgica a la que sometió el futbolista y archivó el caso en abril. Lo hizo después de un año de pesquisas infructuosas que comenzaron precisamente cuando la magistrada Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional, fue informada de las escuchas a Sandro Rosell y sospechó que lo que se decía en ellas sobre Abidal podía encajar en un delito de lesiones por tráfico de órganos, que en España se castiga con hasta doce años de prisión.

Como se trataba de un asunto distinto de la corrupción que estaba investigando, Lamela se inhibió y el procedimiento pasó al juzgado barcelonés. Ese órgano instructor envió una comisión rogatoria a Francia, de donde es originario el pariente que, según aseguraron el Barça y Abidal en 2012, protagonizó la donación al exjugador, que pudo volver a vestirse de blaugrana antes de marchar de La Masia un año después. Sin embargo, no se recibió contestación de las autoridades galas porque en el país vecino no existe un tipo penal equiparable al que se investigaba en la Ciudad Condal.

Ha sido al término de ese largo proceso -con Abidal ya nombrado director deportivo del Barça a mediados de junio pasado, archivadas las indagaciones sobre su trasplante y con Rosell formalmente procesado hace unos días- cuando han aflorado las grabaciones de la Audiencia Nacional. Un puñado de conversaciones del año pasado entre Rosell y una o varias personas próximas a él; en una ocasión, con alguien identificado como 'Juanjo' y en otras, con un número de teléfono que podría ser del mismo individuo.

Un juzgado de Barcelona archivó el caso en abril tras pedir información a Francia sin éxito

Un asunto investigado

En la primera grabación, fechada el 20 de abril de 2017, el interlocutor relata cómo el actual presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, tildaba a Abidal de «hijo de puta» por haber criticado a Rosell en un diario deportivo barcelonés, responsabilizándole de su salida del Barça al término de la temporada 2012/2013 (el defensa fichó por el Mónaco y se retiró en el Olympique de Marsella).

«A este tío le compramos un hígado ilegal», afirma el interlocutor de Rosell. «Y vendimos que era del primo, ¡que era del primo! Le pagamos dos años de contrato, lo que le quedaba». En esa grabación se escucha al expresidente del Barça decir: «Sí, sí, sí».

La magistrada Lamela fue informada al día siguiente y la Fiscalía se mostró de acuerdo con ella en incoar un procedimiento aparte. Pero en otra grabación del 27 de abril, en la que Sandro Rosell conversa con 'Juanjo', sale de nuevo a colación el trasplante de Abidal, y el exmandatario culé vuelve a asentir al escuchar la acusación contra éste. «¡Un grandísimo hijo de puta!», exclama Rosell, al tiempo que añade: «Un tío… Que le salvamos la vida, tío...».

Paños sucios en Can Barça.

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