La Vuelta elige otra vez al Euskaltel y deja fuera al Caja Rural

Las normas que rigen el ciclismo profesional han obligado a la dirección de la carrera a tomar esta decisión. Los 18 equipos del World Tour (incluido el Movistar de Valverde) tienen la plaza garantizada. Se les unen los dos mejores del calendario europeo, el Arkea de Nairo Quintana y el Alpecin de Mathieu Van der Poel. Como ninguna de estas dos formaciones ha renunciado a la Vuelta -el Arkea descartó, en cambio, ir al Giro- sólo quedaban dos huecos para completar la lista de 22 conjuntos. Pero la Vuelta solicitó a la Unión Ciclista Internacional (UCI) la ampliación a 23, como hizo en 2021 para mitigar las consecuencias económicas de la pandemia en el pelotón. La UCI ha dado el visto bueno.

Con ese hueco extra, Javier Guillén, director de la ronda española, ha optado por invitar al Burgos, al Kern Pharma, un equipo joven, con un patrocinador sólido y la mejor cantera de España, y al Euskaltel, un proyecto que aprovecha la apuesta de las instituciones vascas por el ciclismo. Este año, la Vuelta disputará tres etapas en carreteras de Euskadi y en 2023 el Tour de Francia, que pertenece a la misma empresa (ASO) que la Vuelta, partirá desde Bilbao y tendrá otras dos jornadas en territorio vasco. El desembarco de la Grande Boucle supondrá una inversión de 12 millones de euros por parte del Ejecutivo autónomo, las tres diputaciones y los ayuntamientos. Eso no significa que el Euskaltel vaya a ser invitado al Tour 2023, pero sí ha facilitado su participación en la próxima Vuelta.

Estar en un prueba así es casi una cuestión de vida o muerte para los equipos ciclistas de segunda categoría del pelotón español. Cuando nació el equipo Euskadi, en 1994, todas las escuadras españolas iban a la Vuelta. Eso les daba repercusión mediática y la ocasión de brillar. Roberto Laiseka logró en 1999, en la cima de Abantos, la primera victoria del Euskaltel. Aquel triunfo llegó en un momento de crisis, casi de hundimiento del proyecto. Fue la salvación. La firma de telefonía vasca decidió sostener el equipo, que alargó su trayectoria hasta 2013 y cosechó triunfos en el Tour, el Giro y en la Vuelta, como el de Igor Antón en la meta de Bilbao en 2011 que fue el broche perfecto para el regreso, tres décadas después, de la ronda española a Euskadi.

En 2013, el Euskaltel echó la persiana. Miguel Madariaga sostuvo casi a solas la Fundación Euskadi hasta que vio que todo se venía abajo. Mikel Landa acudió al rescate e impulsó el proyecto que en 2021 regresó a la Vuelta y que volverá a estar en la salida de Utrecht el próximo 19 de agosto. La marea naranja tendrá la oportunidad de colorear las cunetas vascas durante tres etapas en la puerta de casa. Buen ensayo para soñar con repetir esas escenas en el Tour de 2023 que partirá desde Bilbao.