Van der Poel, el campeón interminable
De oro. En febrero ganó el Mundial de ciclocross, en marzo la Milán-San Remo, en abril la París-Roubaix y el domingo el título de ruta
Mathieu van der Poel, que el domingo ganó el salvaje Mundial de Glasgow, nació equipado de serie para ser ciclista. Su padre es Adrie van ... der Poel, excampeón del mundo de ciclocross, plata en ruta y vencedor de la Lieja-Bastogne-Lieja. Y el padre de su madre, de Corinne, era Raymond Poulidor, ganador de la Vuelta a España, subcampeón del mundo y ocho veces presente en el podio del Tour. Por la doble hélice de ADN (material genético) de Van der Poel las moléculas se mueven en bicicleta. Pertenece a una generación, la de Wout Van Aert y Tadej Pogacar, que parece infinita. Interminable. Van der Poel ganó en febrero el Mundial de ciclocross. En marzo, la Milán-San Remo. En abril, la París-Roubaix. Y ahora, el Mundial de ruta. «Es la victoria que más quería», confesó el domingo. Tiene tantas... con apenas 28 años.
El palmarés del ciclista neerlandés rebosa oro. El de Glasgow es su noveno título mundial: acumula cinco campeonatos en la categoría máxima del ciclocross, más dos como juvenil. Y uno en ruta, también en edad júnior. Ha hecho cosas que nadie ha logrado. Como encadenar el oro en ciclocross y en ruta. O como ganar el mismo año la Milán-San Remo, la París-Roubaix y el Mundial. Único. Y sólo otros dos han sido capaces como él de imponerse en dos 'monumentos' y el Campeonato del mundo durante la misma campaña. Dos mitos: Rik Van Looy en 1961 (París-Roubaix, Lieja-Bastogne-Lieja y Mundial) y Tom Boonen en 2005 (Tour de Flandes, París-Roubaix y Mundial).
Por encima de todos, claro, sigue Eddy Merckx, que en 1971 dejó impresa la mordedura del 'Caníbal' en el Mundial, en tres 'monumentos' (Milán-San Remo, Lieja-Bastogne-Lieja y Giro de Lombardía), y en otras grandes citas como el Dauphiné, la París-Niza, el Midi libre, la Het Volk... Y el Tour de Francia. Nadie, ni búfalos de hoy como Van der Poel, aguanta la comparación con Merckx.
Sólo la francesa Pauline Ferrand-Prévot ha sido oro mundial en ruta, ciclocross y mountain bike
Aun así, el neerlandés lució el domingo la misma furia del viejo campeón belga. Insaciable. Más allá del límite de dolor. Bastaba con ver a sus rivales, a sus víctimas, en la meta. El italiano Bettiol, tirado en el suelo con los brazos cruzados sobre el pecho, suplicaba aire y agua. A Pogacar, vacío tras seis horas de esfuerzo devastador, tuvieron que sacarlo del podio medio mareado. Sonámbulo. El esloveno, que acababa de lograr la medalla de bronce al batir al danés Mads Pedersen, definió así esa llegada: «Ha sido el sprint de los cadáveres». Sólo quería meterse en la cama. Cerrar los ojos y olvidar el circuito de Glasgow, esa sucesión de látigos, acelerones y curvas sin fin que acababan de coronar a un ciclista que, más que correr, embiste: Van der Poel. «Mathieu está loco. Es un corredor increíble», le alabó Pogacar.
Incluso el belga Van Aert, que se colgó la plata, admitió su derrota, su incapacidad ante el neerlandés: «Estaba a rueda de Mathieu, pero, simplemente, no pude seguirle. Merece ser campeón del mundo». Van Aert tiene una colección de fotos en las que acompaña a Van der Poel en sus victorias. Llevan así desde niños.
«No me paro a pensar en cómo sería mi palmarés sin Mathieu», asegura. Sería inmenso. Pero está Van der Poel, su siamés. Nieto e hijo de grandes ciclistas. Corinne Poulidor, hija de 'Poupou', conoció durante unas vacaciones en la Martinica a Adrie van der Poel. En 1987. No sabía que era ciclista ni que había ganado ya el Tour de Flandes y la París-Tours y que había vestido de amarillo un día en el Tour de Francia de 1984. Se casaron y tienen dos hijos, David y Mathieu, que no deja de saldar viejas cuentas. El abuelo no fue nunca líder del Tour. Mathieu lo logró en 2021. El padre y el abuelo fueron subcampeones del mundo. Dos platas. El hijo de Adrie y el nieto de Raymod ya es de oro.
El sábado, en mountain bike
«Este triunfo completa mi carrera», declaró el domingo ante los micrófonos. Sentía haber tocado su techo. Aunque todavía le quedan alturas por saltar. El próximo sábado tiene una. El polivalente ciclista neerlandés participará en el Campeonato del Mundo de Mountain Bike. No es favorito, aunque llegó a tener el título europeo. Lleva más de un año alejado de esa modalidad y guarda un mal recuerdo: la caída que le destrozó la espalda durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (se disputaron en 2021 por culpa de la pandemia). Arrastró esas molestias durante la siguiente temporada y ahora, al fin, se ha liberado de ese corsé. «Esa es la gran diferencia, que ya no me duele la espalda», recalca.
Sólo un ciclista, una ciclista, la francesa Pauline Ferrand-Prévot, ha sido campeona del mundo en ruta, ciclocross y mountain bike. «Mi objetivo el sábado es clasificarme para los Juegos de París», dice Van der Poel. No se ve con opciones ante especialistas como el suizo Nino Schurter o el español David Valero. Aunque seguro que en la salida todos miran de reojo al prodigio neerlandés.
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