Oscar Onley ha demostrado en los Pirineos que es un gran escalador. Reuters

Oscar Onley, la sorpresa del Tour

El ciclista escocés de 22 años es cuarto en la clasificación general después de atravesar los Pirineos

Sábado, 19 de julio 2025

Todo puede cambiar muy rápido en el Tour. En el Tourmalet, el portador del maillot blanco se retiró y ahora lo luce el alemán Florian ... Lipowitz, que también asciende un puesto y ya es tercero en la clasificación general. Pero a 1.25m aparece, ya cuarto, la sorpresa de este Tour, un joven milenial escocés nacido en 2002, Oscar Onley, todavía con rostro de adolescente, de quien su jefe de filas en el equipo Picnic, Warren Barguil, apunta que «está un nivel por encima de nosotros, es uno de los mejores escaladores del mundo. Entrena muy duro, es muy exigente consigo mismo. Tiene un talento y lo explota al máximo».

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Onley comenzó a despuntar ya en 2020 cuando con solo 20 años fue tercero en la Vuelta a Croacia por detrás de Mohoric y el mismísimo Jonas Vingegaard. «Se fue de casa de sus padres muy joven, tiene una madurez diferente, muy precoz», recuerda Barguil en las páginas de 'L'Equipe'. «Solo tiene 22 años, pero para mí mentalmente tiene 26».

En el equipo en el que corre se siente cómodo, porque de los ocho que presentó el Picnic para el Tour, seis corrieron ya con él en el equipo de desarrollo. «Es realmente especial; varios son más que compañeros de equipo para mí», asegura Onley. «Es más fácil cuando te conoces tan bien. Descubrimos el World Tour al mismo tiempo después de dos años juntos y podemos hablarnos con franqueza».

Profesional desde 2023, dice no sentir ninguna presión por parte de su equipo, en todo caso, la que él mismo se impone. Romain Bardet, que se retiró del ciclismo en el Dauphine, sigue en contacto con él. «Me enseñó mucho y quiero inspirarme en su forma de correr». El ya ex ciclista observa maravillado desde la moto de Eurosport, desde la que comenta el Tour, las andanzas de su, hasta hace poco más de un mes, joven compañero.

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Onley corrió como juvenil en el AG2R, aunque en 2020 no pudo competir por la pandemia, pero recuerda que pasó un verano muy divertido con el equipo pese a que apenas hablaba francés. Se quedó dos semanas con otro ciclista, Bastien Tronchon, que sigue en las filas del AG2R. En el equipo preguntaron si alguien podía alojar en su domicilio al escocés y pasó el confinamiento con su familia, así que se llevan de maravilla.

Onley intentó batir el récord de Strava –un registro de actividades físicas– en el Galibier, donde quedó cuarto cuando solo era junior, y le ficharon en su anterior equipo, donde ahora lamentan no haber podido retenerlo. Se fue al DSM, ahora Picnic. Hace un mes ganó una etapa de la Vuelta a Suiza y entró en el equipo para el Tour, una carrera muy diferente. «Me di cuenta de que ser cuarto en Rouen o tercero en el Muro de Bretaña tenía una repercusión mucho mayor que la etapa en Suiza, que hacer un buen Tour es diferente», confiesa Onley. «Las tardes de la primera semana me acostaba completamente agotado mentalmente, aunque la etapa no hubiera sido dura. Algunos ciclistas de renombre me siguen más. Los medios de comunicación también, y tengo que acostumbrarme».

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Naturaleza y pastelería

Onley jugó primero al fútbol, después probó con el rugby, una religión en Escocia. Luego se pasó al atletismo y finalmente al ciclismo, porque prefería entrenarse al aire libre con sus amigos que dar vueltas a una pista. De hecho, cuenta, «sigo prefiriendo entrenar a competir, poder montar en bici todo el día en la naturaleza y descansar en una pastelería».

Después de superar los Pirineos con nota, todavía le queda una semana durísima, con el Ventoux y los Alpes. Si llega a París cuarto, como ahora, habrá debutado en el Tour con sobresaliente.

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