De Colombia a París siempre cuesta arriba
Egan Bernal culminó en 2019 el viaje iniciado en los años cincuenta por el 'Zipa' y por Hoyos, el ciclista de Gabriel García Márquez
El primer ciclista colombiano que conquistó París fue Egan Bernal en 2019. Suya es la meta. Pero el inicio de este largo viaje es de ... otros. Lo empezó 'Cochise' Rodríguez en 1975. Nunca antes un corredor de su país había pisado el Tour. Era gregario de Gimondi en el Bianchi. Un tipo peculiar. Le gustaba una película de vaqueros en la que salía el tal indio 'Cochise'. Fue el pionero. Por esa puerta entró Lucho Herrera, el 'jardinerito', en el Tour de 1984 para vencer en la cima de Alpe d'Huez tras dejar atrás a Hinault y Fignon. Desató la locura en Colombia, un país desvelado con las retransmisiones radiofónicas de madrugada de la ronda gala. Otro paso inicial en esta aventura lo dio Fabio Parra, que subió como tercero el podio parisino en 1988, tras Delgado y Rooks. Para el primer maillot amarillo hubo que esperar a Víctor Hugo Peña, en 2003. Bernal completó el largo viaje a París.
En realidad, todo empezó antes de 'Cochise'. Los primeros de verdad son Efraín Forero, conocido como 'el Indomable Zipa' y nacido en el mismo pueblo que Bernal, y Ramón Hoyos, 'don Ramón de Marinilla', el corredor que inspiró crónicas deportivas a Gabriel García Márquez. En aquel comienzo el ciclismo y el periodismo se dieron la mano para crecer juntos. Como había sucedido en Europa con el Tour, el Giro y la Vuelta. Un redactor del diario 'El Tiempo' propuso al 'Zipa' recorrer la ruta entre Bogotá y Manizales, incluido el Páramo de Letras (3.700 metros de altitud). Parecía imposible subir esa montaña de barro. El 'Zipa' lo hizo. Con un héroe así nació la Vuelta a Colombia, en 1951.
Y la ganó el 'Zipa', que tenía 21 años; joven pero destronado por Ramón Hoyos en 1953. Duelo entre las dos Colombias. A palos, incluso. A García Márquez, que relató cómo los hinchas del 'Zipa' apalearon a su rival, le quedaba mucho para ganar el Nobel de Literatura cuando escribió sobre Ramón Hoyos para el diario 'El Espectador'. Repartió la biografía del ciclista en catorce entregas.
Hoyos había tardado mucho en acercarse al ciclismo. Trabajaba en Medellín en una heladería. Apenas le pagaban un peso diario. En cambio, el chico que hacía los recados en la tienda de enfrente sacaba mucha plata porque hacía el reparto en bicicleta. «Así me impuse a los catorce años la tarea de conseguir el puesto de la tienda de víveres. Necesitaba entrenamiento y todas las tardes me iba a practicar ciclismo en una bicicleta alquilada». Logró la plaza. En el taller donde reparaba su bicicleta descubrió que había carreras ciclistas , ganó cinco veces la Vuelta a Colombia y fue un personaje de García Márquez y, además, de un cuadro de Fernando Botero.
Victorias y violencia
Bernal es también heredero de Alfonso Flórez, el primero en ganar el Tour del Porvenir, en 1980. Batió al imbatible soviético Sergei Soukhouroutchenkov. De nuevo, el periodismo fue clave. Un locutor de radio, Héctor Urrego, que con 74 años narró en 2019 la victoria de Bernal, fue el que consiguió un hueco en aquel Tour del Porvenir para la selección colombiana. Competir en los Alpes era como estar en otro planeta. Los soviéticos, profesionales encubiertos, eran inalcanzables incluso para la camada del combinado español formado por Gorospe, Magro, Egiarte, Otín... Pero los 'escarabajos' Flórez y Patrocinio Jiménez asombraron al mundo con su capacidad para la escalada sobre asfalto. Derribaron el muro de la URSS. Colombia pudo entonces haber eclosionado. Lo impidió la violencia que oscurecía el país.
A Flórez lo asesinaron años después dos sicarios en Medellín. Al parecer, andaba liado con la novia de un narcotraficante. Pecado mortal. Su rival en la Vuelta a Colombia de 1979, Gonzalo Marín, fue torturado y ejecutado en 1990. Según el informe policial, trabajaba a sueldo del gran narco, Pablo Escobar, que incluso había patrocinado su equipo ciclista. Otra víctima fue Armando Aristizábal, gregario de Lucho Herrera. Fue secuestrado durante la Vuelta a Itagüí. Su cuerpo, amordazado, apareció con treinta balazos. Otro lío de drogas.
En la revista 'Urtekaria' se cuenta que algunos ciclistas eran 'mulas', transportaban droga cuando viajaban a Europa. José Carlos Castillo, profesional de Café de Colombia y Manzana Postobón, fue detenido con un alijo de cocaína. Recibió un balazo por haber perdido la mercancía. En ese degradado ambiente, el ciclismo colombiano se apagó. Y en cuanto ha vuelto la paz ha renacido. Rigoberto Urán fue el primero en este retorno. Su huella la han seguido Nairo Quintana, Chaves, Gaviria... Y Bernal, que es de Zipaquirá, como el 'Zipa'.
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