«Es una pena, veníamos aquí con ganas de ver la etapa»
Los aficionados se han mostrado disgustados porque lo que se preveía como un día festivo, con miles de personas reunidas en la Gran Vía para ver a los ciclistas, se ha tornado en un ambiente de lo más hostil
Aitor Echevarria
Miércoles, 3 de septiembre 2025, 19:04
La esperada jornada inaugural de La Vuelta a España en Bilbao se ha visto alterada por una serie de protestas contra la participación de ... un equipo israelí en la competición. Lo que se preveía como un día festivo, con miles de personas reunidas en la Gran Vía para ver a los ciclistas, se ha tornado en un ambiente de lo más hostil.
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Las protestas han derivado en momentos de gran tensión cuando varios manifestantes han intentado acceder a la zona de seguridad, llegando a empujar vallas durante el primero de los dos pasos de los corredores por la meta. Ante el riesgo para la seguridad, la organización ha decidido detener los tiempos de la carrera a falta de tres kilómetros, invalidando la disputa por la victoria de etapa.
El ambiente en la ciudad ha cambiado radicalmente. La Gran Vía se ha llenado de banderas palestinas y de gritos como «Israel genocida» y «Boicot Israel, Palestina askatu». Los antidisturbios se han desplegado en los puntos con mayor concentración de manifestantes, mientras sonaban pitos dirigidos tanto a la policía como al equipo israelí.
Entre los asistentes, la sensación era de decepción. Familias que habían acudido para disfrutar de la cita ciclista expresaban su malestar: «Es una pena, hemos venido aquí con ganas de ver la etapa y al final no vamos a poder», lamentaba un hombre visiblemente contrariado. Otro asistente, más directo, resumía su enfado: «Es una mierda lo que ha hecho esta gente».
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La tensión convivía con las consignas políticas. Mientras parte del público protestaba contra la interrupción del espectáculo deportivo, otros se sumaban a los cánticos en defensa de Palestina: «No es una guerra, es un genocidio», se escuchaba en varios puntos. «Estas con ellos o contra ellos, es lo que hay», afirmaba un joven concentrado en Sagrado Corazón.
Las autoridades y la organización han pedido disculpas a través de megafonía, sin lograr calmar el descontento. «Vaya mierda», repetían algunos aficionados. La gente fue recogiendo antes de lo previsto y el ambiente, lejos de ser festivo, se tornó apagado, con «caras largas» entre quienes esperaban disfrutar del ciclismo.
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