Pogacar y Valverde no acudirán al duelo con Roglic en la Itzulia

A Primoz Roglic le gustó la Itzulia a primera vista, en 2017. Ganó dos etapas, en Bilbao y la contrarreloj final. Acabó quinto en la clasificación general de aquella edición que figura en el enorme palmarés de Alejandro Valverde, quien se perderá la ronda vasca en el año de su despedida como corredor profesional. En el invierno siguiente dijo en su equipo que quería ganar la ronda vasca en 2018. Roglic es así. Y lo hizo, por delante de Mikel Landa y Ion Izagirre. A Roglic le apoyará esta vez un poderoso equipo Jumbo, con Kuss, Gesink y Vingegaard, el danés que acabó segundo el pasado Tour.

La organización de la prueba acaba de presentar en Hondarribia la lista de preinscritos. Competirán 23 equipos, los mejores del mundo y formaciones invitadas como el Euskaltel-Euskadi, el Caja Rural, el Burgos BH y el Kern Pharma. La Itzulia, instalada en plena temporada de clásicas, ha conseguido atraer el foco mundial del ciclismo un año más. En 2021, Roglic celebró el triunfo por delante de Vingegaard, segundo luego en el Tour, y de Pogacar, el ganador de la Grande Boucle. Un cajón de tantos quilates talla la entidad de la ronda vasca.

Como en 2021 en Bilbao, la Itzulia partirá con una contrarreloj. Esta vez, en Hondarribia y de 7,5 kilómetros, incluido un tramo de pavés. Eco naranja del Euskaltel. En Hondarribia y en la contrarreloj final se decidió la Vuelta al País Vasco de 2003, en aquel descenso suicida de Iban Mayo que le valió el triunfo sobre Tyler Hamilton. Tras ese comienzo, la edición 2022 tendrá cinco etapas más: Leitza-Viana, Llodio-Amurrio, Vitoria-Zamudio, Zamudio-Mallabia y Eibar-Arrate.

La Itzulia volverá a Navarra con una segunda etapa entre Leitza y y la meta en el repecho de Viana, donde en 2010 Alejandro Valverde batió al sprint a Óscar Freire. La tercera jornada irá de Llodio a Amurrio –otra meta cuesta arriba– por puertos como Opellora, Ozeka, Garate... La cuarta etapa, entre Vitoria y Zamudio, subirá por Jata y Urruztimendi y tendrá su punto caliente en la cuesta del Vivero, escenario ya habitual de la Vuelta a España y parte de la jornada inicial del Tour 2023. Pero será un Vivero nuevo, con acceso desde el polígono Torrelarragoiti y con rampas que rondan el 20%. Luego se baja hasta Erletxe para ir a la meta, en ligera subida, en el Parque Tecnológico.

El quinto capítulo se escribirá entre Zamudio y Mallabia. El perfil incluye los puertos de Morga, Paresi, Bedarona, Gontzagarai, Trabakua y Karabieta, antes de llegar la calle Kalbario, en Mallabia, donde la meta espera en un muro del 18% de desnivel. La itzulia se resolverá en la breve e intensa jornada final entre Eibar y Arrate. Los ciclistas se retorcerán en los muros de Krabelin, que trepa casi hasta Arrate por el polígono de Azitain sobre rampas del 22%, antes de llegar a la cuesta final por la carretera tradicional hasta el Santuario eibarrés. Allí se sabrá si Roglic suma su tercera Itzulia.