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El ciclismo, cada vez más elitista y menos proletario, prosigue con su selección natural dentro de su zona noble. El bienvenido crecimiento de los equipos ... de segunda categoría hace la goma si se compara con el aumento del presupuesto de estructuras como el UAE, el Visma o el Red Bull Bora. La entrada de la marca energética espolea al conjunto alemán hacia la cúspide del universo de las bicicletas, con la Itzulia, que arranca mañana en Vitoria, como mejor ejemplo de la diferenciación entre los gigantes y el resto.
La edición de este año extraña la habitual presencia de grandes figuras. No están Pogacar, monarca del pelotón actual, Vingegaard, que no olvida la caída del año pasado en Olaeta; Roglic, doble vencedor de la prueba, Evenepoel, en la fase final de la recuperación tras su accidente en diciembre, Mikel Landa, preparando el Giro, ni Ayuso, el vigente campeón. Y sin embargo, sus equipos, congregaciones de talento, son los máximos favoritos para colocar la txapela a uno de sus corredores. El UAE y el Bora presentan un equipo en el que todos sus integrantes tienen capacidad para al menos ganar una etapa. El incentivo será descifrar quién de ellos es el más fuerte y por el que se tendrán que sacrificar en una carrera que, como cada año, se ganará palmo a palmo, con bonificaciones en meta (10'', 6'', 4'') y en los sprints intermedios (3'', 2'', 1'').
En la escuadra emiratí parece claro quién hereda los galones de Pogacar. Joao Almeida compite por primera vez en el País Vasco y partirá con el dorsal número 1. «Estoy emocionado. Aquí la pasión es especial», declaró anteayer. Este año se ha impuesto en dos ocasiones a Vingegaard. En las cimas de Foia (Algarve) y La Loge Des Gardes (París-Niza). El año pasado acabó cuarto en la general del Tour, siempre al servicio del esloveno. En la ronda vasca tendrá libertad y galones para conseguir su primer gran triunfo en una general.
«Es una carrera famosa por su dificultad. El recorrido no es ideal para mí, pero haré lo que pueda». Al portugués le favorecen las subidas largas y tendidas. Todo lo contrario a las de Euskadi. Apenas tendrá espacio para hacer gala de un estilo poco canónico. Sube a cola de grupo, va adelantando rivales y acelera en los metros finales. Así han llegados sus mejores victorias. En la contrarreloj inicial de 16,5 kilómetros se le abre la oportunidad de comenzar con ventaja. El luso es un habitual entre los diez mejores de la lucha individual.
A su servicio dispondrá de un equipo con el cargador repleto de balas. La de McNulty, quinto y séptimo en los años anteriores y líder en la soberbia edición de 2021. La de Marc Soler, cuarto el año pasado, parte importante en el triunfo de Ayuso y vencedor de etapa en La Vuelta en Bilbao. O la de Isaac del Toro, el joven mexicano que se siente en deuda con el equipo tras su fallo en la estrategia en la Milán-San Remo.
El Red Bull Bora le discutirá la cabeza del pelotón. Con la baja de última hora de Pellizzari, pero con un pedigrí idéntico. El alemán Florian Lipowitz, segundo en la última París-Niza, parece ser su hombre más en forma, por delante de Vlasov o Daniel Felipe Martínez, el único vencedor en activo junto a Izaguirre presente en la 64ª edición. Maxim Van Gils, Roger Adrià y Finn Fisher-Black completan un sexteto que sería raro que saliera de vacío de Eibar.
El Visma trae a Sepp Kuss, Wilco Kelderman y un muy en forma Ben Tulett. Al ganador de La Vuelta en 2023 se le resisten desde entonces los buenos resultados.Correr aquel año las tres grandes le pasó factura. Las debilidades de los neerlandeses de Vingegaard dan esperanza a un puñado de equipos para ser los terceros en discordia. El Movistar confía en Enric Mas, tercero recientemente en la Volta Catalunya, bien escoltado por Pablo Castrillo, Hessmann y Jon Barrenetxea.
El Lidl-Trek, crecido ayer en el G.P. Induráin, busca la revancha del año pasado con Mattias Skjelmose, quien perdió el maillot de líder el último día. La participación del joven danés estuvo en duda tras caerse el último día en Niza. «El casco me salvó de sufrir un traumatismo craneoencefálico grave», aseguró. El coliderato con el belga Thibau Nys, nacido para impactar, le resta presión. Por último, el Bahrein junta a Buitrago, ganador de la Vuelta a la Comunidad Valenciana, y Pello Bilbao, que saldrá a por el triunfo en la etapa de Gernika, su hábitat. El único que no pedaleará a ciegas en las trampas de Zallobante y Mendieta. Ion Izaguirre, seis veces podio y que baja del Teide de preparar con mimo la ronda de casa, Schachmann, ganador de tres etapas en 2019, Van Wilder, Healy, Grégoire, Hirschi y Alaphilippe completan la nómina de dorsales a seguir.
Todos ellos entrarán hoy al Buesa Arena de Vitoria fijándose en los árboles. En el interior serán presentados tras el Baskonia-Girona y tomarán la salida mañana. En el exterior librarán la primera batalla. Individual y contra el viento de la Llanada alavesa. El reto de amansarlo será un componente estratégico, tanto en la elección de los desarrollos como en el orden de salida. Navarra ocupará toda la segunda jornada, con final en Lodosa. La ribera del Ebro será la única oportunidad para los pocos sprinters presentes en la salida. Zingle, Laurance, Aberasturi, Pau Miquel... La tercera, con final en Beasain, será la más esperada. Siete puertos y dos puntos calientes. Gaintza, donde Contador rompió a Valverde en 2014, y el muro de Lazkaomendi, con un descenso de vértigo.
La primera de las tres subidas a Arrate, algo histórico, será por Matsaria, la vertiente más dura y descarnada, antes de bajar a Markina en el final de la cuarta etapa. Cualquier despiste en los alrededores de Gernika podría ser fatal el día antes a la resolución de Eibar, con otro continuo sube y baja que aguarda para ordenar la clasificación final más abierta que en otras ediciones.
El tercer mundo ciclista está en la segunda categoría, noticia esta semana por las invitaciones a las grandes vueltas. En la Itzulia se dan cita seis conjuntos ProTeams. Los cuatro españoles, el Total Energies de Steff Cras y el todopoderoso Tudor, con Alaphilippe y Hirschi, que estará en el Tour. Sin Vuelta se han quedado el Kern Pharma, que busca redimirse con la velocidad de Pau Miquel, el escalador Unai Iribar y el combativoDiegoUriarte, y el Euskaltel, con Aberasturi y el previsible sprint de Lodosa como grandes bazas. Caja Rural y Burgos, con el colchón de sí estar en agosto en la salida en Turín, presentan casi el equipo de gala.
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