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El Giro de Italia de 2025 se decidirá como antaño, en la arena. Acaba en Roma, con el Coliseo de fondo. Pero ahora los gladiadores de la bicicleta se baten cuesta arriba y cuesta abajo. Lo harán en la Colle de la Finestre, un monstruo ... moderno para revivir hazañas antiguas situado en la penúltima etapa de camino a Sestriere. Una subida de 18 kilómetros al 9,3% de pendiente media, con los últimos ocho por un camino de tierra que zigzaguea hasta los 2.178 metros. La Cima Coppi. La quería explorar el Tour pero Italia no la cede.
El Auditorio de la música de Roma mostró ayer la partitura que los ciclistas seguirán desde el próximo 9 de mayo en Albania. Y sonó a que se ajusta a los gustos de Mikel Landa. Le va bien. Es para valientes. Con una 'mini Strade Bianche' por los caminos de la Toscana y solo tres finales en alto. La cifra engaña. Hay puertos duros, ausencias notables y finales en bajada. Se vuelven a esconder los colosos más altos por riesgo a las nevadas. No se subirá el Gavia, el Giau,Marmolada, Tres Cimas de Lavaredo ni el Stelvio. Pero están el Mortirolo, el Grappa, Saint Pantaleon y la Finestre.
En la subida de los Dolomitas se atrancan los líderes rosas. Contador tuvo que retorcerse ante el empuje de Landa en 2015. Savoldelli optó por levantar el pie y dosificar su ventaja en 2005. Simon Yates perdió 40 minutos en la exhibición de Froome en 2018. Siempre hay pelea. Un viejo sendero bélico para trepar a la mayor fortaleza de Europa. Una especie de Muralla China. Con solo cinco presencias, ya forma parte de la leyenda italiana. Son arenas movedizas, como destacaron en un acto de presentación que llegó dos meses tarde.
🇮🇹 2025 GIRO D'ITALIA (9/5-1/6) | #Giro
— ammattipyöräily (@ammattipyoraily) January 13, 2025
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La puesta en escena fue aplazada el 12 de noviembre debido a las tiranteces entre Italia y Albania por la política migratoria. Con el tiempo, las posturas se acercaron y se llegó a un acuerdo. «Urbano Cairo es el hombre adecuado para negociar Groenlandia con Trump», le dijo ayer el primer ministro albanés, Edi Rama, con unas relucientes zapatillas blancas, al presidente de RCS, la organizadora del Giro. Será la decimoquinta vez que la Corsa Rosa arranca desde el extranjero. Tres etapas con miga. Una primera y una tercera de media montaña y una contrarreloj corta y revirada entre medias en Tirana.
Los escaladores comenzarán a medirse en la séptima etapa, con la inédita subida hasta Marsia (11,7 kilómetros al 5,7%, los 2 últimos al 10%). Desde entonces, será un sube y baja constante. Con el aliciente de los caminos de tierra (cinco tramos, 29,5 km totales) que preceden al muro de Santa Caterina, el idéntico final de la Strade Bianche en la turística Piazza del Campo de Siena.
A Pisa se llegará tras 28 kilómetros contrarreloj. A más de uno se le habrá torcido ya la carrera, que en la etapa 14 le hace un guiño a Roglic con un final en su país. Pero el trofeo más bonito del ciclismo se decidirá en la última semana. «Dura pero sin exageraciones», defiende la organización. «Para que haya ataques constantes». La 16ª se puede considerar la reina, con cinco puertos de entidad. Al día siguiente llegará el Mortirolo algo descafeinado. Se ascenderá por su vertiente menos terrorífica, desde Monno: 12,6 kilómetros con una pendiente media del 7,6% y rampas máximas del 16%, pero sin dureza después.
Mejor pintan las dos últimas antes del sprint de Roma. La etapa 19 encadenerá el Col Tzecore, Saint-Pantaléon, Col de Joux y Antagnod, con la fiesta final de un Finestre de grato recuerdo para Landa. El alavés regresa tres años después al Giro, carrera en la que fue tercero en 2015 y 2022. Es la ronda que le vio apuntar alto y vencer en tres etapas de entidad. «¡Qué arranque tenía! ¡Cómo ha cambiado la cosa!», recordaba recientemente en Marca. En ella también surgió el 'landismo'. Y sobre todo se alimentó.
Un virus en su mejor momento, atropello de una moto, el «puto Yates» que va «como un loco» y le tira en una rotonda, una equivación de camino en la crono, cinco costillas rotas.... Tras terminar quinto y reencontrarse con su mejor nivel en el pasado Tour al servicio de Evenepoel, el de Murgía volverá a tener libertad para «hacer una buena general y ganar una etapa». Ahora ya puede repasar con el dedo índice el rutómetro y señalar la que más le guste. Pello Bilbao buscará el mismo botín. Pero la competencia será feroz. Primoz Roglic, Juan Ayuso, Adam Yates, Simon Yates, Richard Carapaz, David Gaudu, Jay Hindley, Nairo Quintana, Wout Van Aert y ¿Vingegaard?. El danés tiene que decidirse antes de seguir su duelo con Pogacar en el Tour.
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