«Sin la Fundación Euskadi seguramente no sería ciclista»

- Uno de los problemas de los equipos pequeños es la falta de carreras. A eso se unió en 2020 la pandemia. Este año, al fin, ha podido tener un calendario amplio.

- Sí. He competido 68 días. Nunca había tenido tantas carreras en una temporada. Los dos años de categoría continental corrí unos 35 días. Y en 2020, con la pandemia, fue una cifra similar.

- ¿Esa falta de carreras ha frenado la progresión de toda una camada de ciclistas vascos?

- Puede ser. Para mejorar hay que correr muchas y buenas carreras.

- Ha debutado en la Vuelta a España.

- Ya había estado en la Volta y la Itzulia, pero no tienen nada que ver con una ronda de tres semanas. Es otro nivel. Me vi bien. Quizá me faltó meterme en una de la fugas que consiguieron llegar a meta y tratar de aprovechar mi punta de velocidad. Después de acabarla he notado que, pese a que ya sentía el cansancio de toda la temporada, mi estado de forma ha ido a más. Estaba ya en 'modo desconexión' y, sin embargo, me he visto mejor que nunca en estas últimas clásicas en Italia o en Croacia.

- En el Memorial Pantani acabó quinto, en pugna con Colbrelli, Trentin y Aranburu.

- Fue una carrera con lluvia. Me encontré bien. Todo el equipo corrió bien. Mi compañero 'el Chava' Angulo se metió en la fuga y luego me echó una mano.

- El Euskaltel-Euskadi se mostró muy combativo durante la Vuelta a España. ¿Notan desde dentro que el equipo crece?

- Sí. Hemos formado una piña. Con veteranos y jóvenes. Estamos muy unidos y eso se refleja en las carreras.

- El ciclismo español parece en crisis. Sin victorias en las grandes vueltas. Sin relevo para la generación de Valverde.

- Estábamos acostumbrados a la mejor generación del ciclismo español, con Valverde, 'Purito', Samuel... Igual en unos años Ayuso y Carlos Rodríguez ocupan ese sitio. Creo que el nivel es bueno. Pero es que ahora sólo ganan carreras quince corredores, Pogacar, Roglic, Alaphilippe. Van Aert, Van der Poel... Lo ganan casi todo entre ellos.

- ¿Qué se puede hacer para dar un impulso a la cantera vasca? ¿Diseñar pruebas más largas y duras?

- Cuando vas a una carrera amateur en Francia o en Italia, ves que se corre a tope desde el inicio. Aquí vamos tranquilos de salida y luego se aprieta. Fuera, las carreras son más largas. No sé. Creo que aquí los ciclistas progresan más tarde. La verdad es que no sé qué es mejor. Hay que darle tiempo a la cantera.

- En ese trabajo de formación es clave el papel de entidades como la Fundación Euskadi, donde usted se formó desde niño.

- Sin la Fundación yo seguramente no hubiera sido ciclista profesional. El que tiene cualidades sale adelante, aunque hay que saber esperar. Mis dos primeros años de amateur fueron buenos, pero no así el tercero. No hice méritos para pasar al campo profesional. Si ese año no coge la Fundación Mikel Landa y saca el equipo continental, igual yo no sería hoy ciclista. Llega un momento en el que tienes que optar entre el ciclismo y estudiar en la universidad (cursaba Magisterio y tuvo que dejarlo).

- ¿Es una responsabilidad añadida correr en un equipo, el Euskaltel-Euskadi, que sirve de trampolín para la cantera vasca?

- Mucho. El equipo apuesta por la base. En 2022 van a subir al primer equipo varios amateurs. Si no hubiera un proyecto como este, muchos chavales perderían la motivación de ser ciclistas profesionales.

- En 2021, el equipo naranja ha regresado a la Itzulia y a la Vuelta. ¿Qué se le puede pedir al Euskaltel en 2022?

- Que mantengamos nuestra identidad. Que peleemos. Que seamos inconformistas. Hay que seguir dando pasos y estar cerca de ganar carreras o incluso ganando.

- La próxima temporada, la marea naranja podrá ya acudir sin restricciones a las carreras.

- Ya hemos sentido su apoyo este año. En la Itzulia, en la Vuelta a Burgos, en la Vuelta a España... Y eso que había restricciones por la pandemia. En 2022 será mucho más. Yo no me puedo quejar. Me sigue a muchas carreras un grupo de amigos.