Ciccone puede con todo el UAE y se lleva la Clásica

Giulio Ciccone (Lidl-Trek) es el nuevo rey de la Clásica de San Sebastián. El ciclista italiano sorprende a UAE y bate a sus hombres fuertes, primero a Del Toro y después a Jan Christen, para levantar los brazos con el tiempo suficiente en la meta del Boulevard. Nadie pudo seguirle en Murgil y nada más coronar el último puerto de la jornada supo mantener su renta bajando Igeldo y más tarde por el serpeante recorrido por las calles de la ciudad.

No entraba en la reducida lista de favoritos, pero Ciccone tenía algo que decir este sábado. Los focos apuntaban a Roglic y Del Toro, pero el italiano ya avisaba en Erlaitz. Ciccone se rebeló ante los esfuerzos de UAE y Red Bull por controlar la carrera desde el primer momento. El esloveno fue el primero de los favoritos en moverse en el penúltimo puerto del día. Su ataque seleccionó, pero sin llegar a ser definitivo.

Para entonces Ciccone ya estaba con las orejas tiesas y había mostrado sus garras a poco más de un kilómetro de coronar Erlaitz. Fue el momento en el que se formó un quinteto en cabeza con dos Red Bull (Van Gils y Roglic), otros tantos UAE (Christen y Del Toro) y el italiano del Lidl-Trek. Solo ante el peligro. Pero la amenaza era él.

Si Murgil volvió a ser juez de la carrera, Erlaitz también repitió su cometido de romperla minutos antes. Del Toro y Ciccone alcanzaron juntos el penúltimo pico del día y abrieron distancia con sus perseguidores rápidamente. Diez, veinte, treinta segundos.

Atravesaron Errenteria con una renta de 50 segundos con respecto al segundo grupo, que creció en torno al minuto ya en Donostia. Parecía un mano a mano entre el italiano y el mexicano. Raúl Alcalá ya veía a su sucesor en la meta del Boulevard, pero el guion final aún aguardaba varias sorpresas. Todavía quedaba Murgil.

En las faldas de Igeldo Christen saltó del grupo perseguidor y dio caza a la pareja en cabeza, para atacar acto seguido. UAE jugaba con Ciccone, pero el italiano salía poderoso a la rueda del suizo. Del Toro, mientras, se quedaba sin fuerzas y miraba con resignación como se le escapaban su compañero de equipo y también el de la fuga entre Oiartzun y la capital guipuzcoana. Su pinchazo desbarató la estrategia del UAE.

Quedaban 9 kilómetros para el final, pero a 7 Ciccone reivindicó su papel en la función. Era su momento. Arrancó las pegatinas del joven Christen en el tramo más duro de Murgil para coronar con 9 segundos de renta.

Tiempo suficiente para cruzar la meta del Boulevard sin apenas pedalear y con los brazos en alto, pese a los intentos de Christen de alcanzar su rueda. Van Gils (Red Bull) entró tercero por delante de Benoot (Visma). Del Toro, el gran candidato a la victoria tuvo que conformarse con el quinto puesto. Ciccone pudo con todos y se llevó la Clásica.

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