La selección, a «competir» en presente y pensar en futuro

Ya no están Pau Gasol, ese líder generacional que en esta misma cita del año 2015 levantó del sofá a medio país (legendarios sus 40 puntos en Lille) su hermano Marc, Navarro, el Chacho, Felipe Reyes y existen serias dudas de que Mirotic e Ibaka vuelvan a vestir la camiseta de la Selección… Toca una profunda y compleja regeneración. Los especialistas auguran unos años de barbecho, lo que no significa que no haya un grupo preparado para competir y avanzar rondas. De más calidad de lo que se ve a primera vista. Después de Francia, España es, junto a Eslovenia, Grecia, Turquía y Alemania, el combinado que más jugadores NBA reúne en su lista. Willy Hernangómez, Juancho Hernángomez y Garuba. Los hermanos son los líderes de la nueva generación. Una etiqueta trascendental que nunca han tenido en sus equipos y que de su adaptación dependerá buena parte de las opciones de los de Scariolo. La defensa, donde el canterano del Real Madrid se hace indispensable para ser agresivo y eficiente en los cambios, volverá a ser la seña de identidad del equipo.

Para ello repescó Scariolo a Alberto Díaz, para descargar de responsabilidad a Lorenzo Brown, que junto a Brizuela y Rudy asumirán los galones del perímetro. A Juancho le tocará jugar mucho como 'cuatro', mientras que Sebas Saiz, Jaime Pradilla y Joel Parra reciben una merecida recompensa con sabor a futuro. Completan la lista un Jaime Fernández fiable para las posiciones de 'uno y 'dos' y un Xabi López-Arostegui discreto durante la preparación. Un dato poco halagüeño: siete de los doce debutan en un campeonato. Y López-Arostegui y Garuba se estrenaron en los Juegos de 2021. Lo mejor, un grupo asequible, de exigencia creciente (buenos exámenes para el juego interior ante Georgia y Montenegro), para coger ritmo antes de unos octavos de final –no estar sería una hecatombe– exigentes en los que conviene esquivar a Francia y Eslovenia.