Riesgo de estancamiento de La Liga ACB

Nuestra Liga continúa siendo la más estable del continente en cuanto a organización, nivel de arbitrajes, talento de los entrenadores, incluso por la asistencia de público, fundamental en el desarrollo de cualquier actividad. Aun así, su vida corre peligro de estancamiento. La presión a que se ve sometido por el crecimiento de la Euroliga, constriñe cualquier proyecto ilusionante. Antonio Martin, su rector actual, tiene más dificultades que sus predecesores. Si las cooperativas son difíciles de dirigir, imaginen esta, en la que sus tres socios mas exitosos, Madrid, Barcelona y Baskonia participan a regañadientes. Se sienten desbordados por un calendario que les deja exhaustos en el mes de marzo. Un problema añadido en el desarrollo a futuro de la ACB es la imposibilidad de seleccionar los participantes más interesantes para el grupo, como consecuencia del cordón umbilical que le une a la FEB. Por otra parte es incuestionable que algunos clubes no son merecedores de permanecer en la competición aunque tengan todo su derecho. Sus organizaciones, no muy diferentes a las de hace 15 años, los presupuestos contenidos y alguna instalación poco digna, les convierte en un freno para las ambiciones propias de cualquier proyecto. Varios equipos, en los últimos seis años, ni han jugado la Copa ni los play-off. Repasen la nómina de clubes y les asombrará que todavía les queden aficionados. Durante muchos años entrené al Baskonia que vivía esa vida finita que supone existir sin metas, intentando solo no descender. Aquella etapa pasó, el actual club vitoriano es ejemplo de que las dificultades de la ACB residen en la falta de gestores con visión infinita de sus proyectos.

No solo son estos los problemas del ente. Durante unos años la ACB se vio asediada por la Federación. Pepe Sáez, singular presidente. Permítanme decir que, al no haber pertenecido o participado del día a día federativo, como otros muchos que callan, no conozco nada de la parte negativa de la gestión de Pepe Sáez. Dicen que fue una pésima gestión del capital que generaba, no lo sé. Cierto es que con su gestión un grupo de jugadores extraordinarios llevó al baloncesto español a unas cotas de popularidad que no volverán. Aquel maná de dinero y de éxito encumbró a muchos, entre ellos a entrenadores que no hubieran pasado de buenos (no se molesten conmigo, he repetido hasta la saciedad que acepto como real que yo solo fui una medianía). El mal de altura de unos y otros enfrentó a las dos instituciones. Ocurre que la pérdida de tiempo en las disputas anuló toda posibilidad de crecimiento de nuestros jóvenes. La FEB solo quería competir consiguiendo medallas en categorías inferiores sin preocuparse de la enseñanza. La conclusión es que la ACB se ve desasistida de jugadores nacionales y que los equipos que cada año ascienden no aportan nunca baloncestistas ilusionantes.

Imposible hacer pronósticos deportivos. Los equipos se han reforzado con jugadores exteriores, jugones con capacidad anotadora. En este momento sería una temeridad opinar sobre los equipos, antes hay que verlos actuar. Dejemos pasar la pretemporada y un par de jornadas.

Las salidas hacia la NBA de Deck, Campazzo y Garuba, y la retirada de Felipe Reyes, el Real Madrid se ha visto obligado a renovar su plantilla. Poirier, que se sumó al equipo a mitad de la pasada campaña, estará acompañado como cara 'nueva' por Williams-Goss, Yabusele, Heurtel y Hanga, los dos últimos llegados desde el Barcelona

Con más bajas (6) que incorporaciones (4 + nuevo entrenador), el Valencia Basket ha conformado de nuevo una plantilla muy competitiva. Llegan el base Nenad Dimitrijevic (Joventut), el pívot Víctor Claver (Barça), el alero Xabi López Arostegui (Juventut) y Jasiel Rivero (Burgos). En el banquillo se estrena Peñarroya, también procedente del San Pablo.