El puente aéreo se tiñe de color blanco
Un Real Madrid más enérgico, con cuajo y superior en el rebote cambia de bando el 'factor cancha' en la final de la Liga ACB
Si la final de la Liga ACB nacía con un liviano favoritismo a favor del Barça, el Real Madrid se encargó ayer de -al menos- ... inbuir en la cabeza de los aficionados que la serie puede ir para rato. Un equipo visitante mucho más suelto, enérgico y sólido que su rival en la apertura de la eliminatoria definitiva tiñe el puente aéreo de color blanco. Sin apenas tiempo para adentrarse más allá del prólogo, el conjunto dirigido desde la banda por Chus Mateo invierte el sentido del 'factor cancha' a través de un triunfo irrebatible.
Barcelona
Calathes (6), Higgins (4), Hayes (2), Smits (8), Mirotic (13) -quinteto inicial-; Laprovittola (15), Abrines, Jokubaitis (8), Davies (7) y Martínez.
75
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88
Real Madrid
Hanga (16), Causeur (15), Deck (18), Yabusele (11), Tavares (7) -quinteto inicial-; Núñez (3), Randolph, Rudy (4), Abalde (2), Poirier (7) y Taylor (5).
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PARCIALES. 17-30, 14-19 (31-49), 20-25 (51-74) y 24-14.
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ÁRBITROS. Daniel Hierrezuelo, Jordi Aliaga, Martín Caballero. Sin eliminados por faltas personales.
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INCIDENCIAS. 6.759 espectadores asistieron al primer encuentro de la serie final por el título de la Liga ACB en el Palau blaugrana. El segundo encuentro se disputará mañana a partir de las 21.00 horas en el mismo escenario.
Nada que no pueda nivelar el bloque ayer acartonado de Sarunas Jasikevicius mañana mismo, desde luego. Aunque para revertir las sensaciones y establecer la igualada antes de volar hacia el WiZink Center, el Barça necesitará urgentemente modificar un guion retorcido para sus intereses en la primera entrega.
El Madrid gobernó de manera autoritaria todo el enfrentamiento y cuando su potente adversario, en versión reducida ayer, trató de apretar ya era tarde. Sólo mediante la desaforada presión blaugrana del último cuarto, con el siempre valiente Laprovittola y Jokubaitis a la vez, se aproximó el cuadro local a los diez puntos. Porque poco antes, minuto 29, el Real se relamía con su máxima renta (50-72).
Hanga y Deck
El grupo visitante tardó muy poco en clamar de manera contundente que no había acudido a la cancha del líder de la fase regular con siquiera una sombra de complejo. Ya se ha habituado a vivir sin bases y Hanga, sobresaliente en la semifinal ante el Baskonia, volvió a demostrar que se vale como navaja multiusos para subir la pelota y morder la moral adversaria con esos puntos que ha mantenido ocultos durante tanto tiempo.
A cada acercamiento local en el último cuarto respondió el conjunto merengue con un rebote ofensivo o un triple
Su excelente primera parte, unida al relevo que le proporcionó el también estelar Deck tras el descanso y los dardos selectos y envenenados de Causeur mantenían la distancia social que popularizó la pandemia. Todo ello, junto al dominio del rebote en el que tanto intervinieron los gigantes madridistas (Tavares y Poirier) más Yabusele y el mismo potro argentino.
Al equipo blanco le sobró cuajo ayer en el primer capítulo del desenlace final. A cada acercamiento blaugrana del último cuarto, cuando por fin esparció la energía antes monopolizada por su rival, respondió el Madrid con un rechace ofensivo aquí y un triple allá. Desde luego, no se contaba con una superioridad tan evidente. La misma, ojo, que puede cambiar de signo mañana.
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