El Barcelona se topa con un hilo de vida
Fuerza el cuarto duelo en el Palau tras salir indemne de unos segundos finales en los que el Real Madrid no acertó a sentenciar
La última canasta que logró el Barcelona retrató de manera descarnada a la escuadra blaugrana. Penetración acrobática de Hanga que no culmina en ... dos puntos, rebote peleado a la desesperada por Tomic, balón a Singleton y otra entrada en plan arrollador. Pura ceguera y determinación para impactar contra un Ayón situado en el semicírculo que invalidaba cualquier opción de falta en ataque. Dos puntos logrados por las bravas y un 78-77 con 29 segundos por jugar. Visceralidad pura y dura.
El resto fue sufrimiento en la trinchera para los catalanes y un tremendo desorden ofensivo del Real Madrid, con las pulsaciones demasiado aceleradas ante la cercanía de poder atrapar el título liguero en territorio enemigo. Pablo Laso otorga a Llull el papel de ejecutor en el tiempo muerto. El base merengue se empareja con Claver, que resiste su arranque y da la réplica defensiva en el salto definitivo hacia el aro. El balón vuela y cae en manos de un Hanga que no encuentra una milésima de temple para tomar la decisión más adecuada antes de devolver la posesión al rival. Restan diez segundos, una nueva bala para un Real Madrid abonado como pocos al difícil arte de ganar. La bola se pone en juego, Campazzo resbala en su penetración y manda el balón a donde puede antes de caer. El rechace cae en manos de Thompkins, que no acierta con el palmeo final.
El ala-pívot estadounidense, una de las grandes pesadillas de los culés después de haber sumado 18 puntos y 4 triples, erraba en el tiro definitivo, el mismo que podía haber enterrado las opciones del Barça para aupar al Real Madrid como campeón liguero. El desenlace de la final ACB deberá esperar. Los blaugranas evitaron la puñalada de un 3-0, pero siguen contra las cuerdas. Los hombres de Laso perdieron la primera opción de revalidar el título liguero, pero este viernes dispondrán de una nueva oportunidad en un Palau blaugrana creyente y que ayer se sintió recompensado con un giro de los acontecimientos a favor después de la cruel resolución del segundo choque de la serie.
Barcelona
Pangos (3), Kuric (10), Claver, Singleton (12), Oriola (7) –quinteto inicial–; Hanga (9), Smits (5), Heurtel (21), y Tomic (11).
78
-
77
Real Madrid
Campazzo (18), Rudy (12), Deck, Randolph (6), Tavares (4) –quinteto inicial–; Causeur, Ayón, Carroll (10), Llull (6), Thompkins (18) y Taylor (3).
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parciales. 19-18, 15-22 (34-40 al descanso), 22-18 (56-58) y 22-19.
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árbitros. Bultó, Hierrezuelo y Cortés.
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incidencias. Tercer partido de la final de la Liga Endesa 2018-2019, disputado en el Palau Blaugrana. 7.238 espectadores.
Mientras, sobrevuela esa sensación de que el Real Madrid es capaz de encontrar sendas más rápidas para el virtuosismo, pero que el Barcelona también sabe encontrar atajos para volver de entre los muertos. Así sucedió en el segundo encuentro en Madrid y el patrón se reprodujo en el primer asalto disputado en el Palau. La alegría triplista aupó de inicio a los blancos, pero el anfitrión no se sintió a gusto hasta que encontró a Tomic debajo del aro y comenzó a arar la tierra con el sudor continuo de las penetraciones de Hanga. El primer cuarto se resolvió con un 19-18 cerrado hasta que el Real Madrid insistió en redoblar su apuesta ofensiva a base de acumular actores en la anotación. Llegó la eclosión de Thompkins, los triples de Carroll y el mando de Campazzo. Parcial de 2-16 para los de Laso (29-37, minuto 18) y el Barcelona que debía buscar a su salvador favorito; Heurtel. El francés ayudó a suturar heridas (34-40 al descanso), pero cargó en exceso la suerte del individualismo. Su guerra en soledad tocó fondo tras cometer una antideportiva contra Rudy. Un punto de tiro libre y un posterior triple de Randolph daban al Real Madrid la mejor ventaja; la psicológica y la del marcador (38-49, minuto 23).
Resurrección culé
Emergió entonces el Barça de la fe. Pesic evitó el castigo a Heurtel, pero le negó el balón para ejercer de organizador. Los blaugranas respondieron con un parcial de 12-0 (50-49, minuto 27). Se abrió un nuevo partido con un Real Madrid apoyado cada vez más en Campazzo, onmipresente en un último cuarto en el que Llull trató de compartir la gloria sin demasiada suerte, ese factor caprichoso que ayer decidió arrimarse a los blaugranas tras su desplante en el segundo choque.
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