Un largo camino
A lo largo de los años nuestro combinado nacional ha dado tantas clases magistrales que es imposible que se convierta de la noche a la ... mañana en una selección del grupo B, reubicado en el vagón que persigue a la élite. El debut en el Eurobasket ante Bulgaria dejó más que demostrado que la tradición y el poso del pasado no se va a perder. Los contrarios de ayer salieron al campo con el ánimo de un perdedor. Me recordaban a tiempos muy pretéritos en los que, para nuestra selección, ganar a Francia o Italia era suficiente para alcanzar ese puesto final entre el quinto y el séptimo puesto escalón que nos hacía tan felices.
Es evidente que Scariolo plantea, de manera acertada, un campeonato netamente defensivo. El seleccionador incluso llegó a ensayar una zona en algun pasaje del partido, por aquello de estar preparado ante la posibilidad de una tormenta que pudiera desvencijar a los nuestros. Aunque Scariolo repartió los minutos, tengo la sensación que la columna vertebral del equipo está más o menos clara. Para empezar, los hermanos Hernangómez. Willy actúa cerca de las canastas intentando aminorar la inferioridad reboteadora, deficiencia que la escuadra sufrirá cuando lleguen los partidos importantes y Juancho es clave por su polivalencia, tiro exterior y envergadura. El pequeño de los hermanos ha jugado muy poco al baloncesto, se fue muy joven a la NBA y, aunque no ha sido jugador de muchos minutos y grandes responsabilidades, ha ganado el dinero suficiente para no padecer sobresaltos. Quizás este europeo sea un buen momento para nos dé lo que tiene dentro. Sigo con las piezas claves de nuestro eje. Lorenzo Brown y Rudy deben ser la referencia anotadora en los momentos difíciles. De los demás todo son expectativas. El campeonato es largo y lo importante nos estará esperando en Berlín. Queda mucho camino.
En cuanto a lo que va a ser el Europeo, visto desde la óptica de un aficionado, va ser interesantísimo ver a Giannis Antetoukuonmpo con Grecia, a Doncic con Eslovenia, a Nikola Jokic con Serbia, a Sabonis y Valanciunas con Lituania, a Gobert y Fournier con Francia y a Bogdanovic con Croacia. Me refiero a estrellas titulares en sus respectivos equipos en la NBA. El torneo nos brinda la oportunidad de comparar dos baloncestos que opinamos son tan diferentes. Cuando los equipos del resto del mundo se enfrentan a la selección americana, se comparan dos estilos. Lo que vamos a ver en Berlín es cómo superan estas estrellas las trampas del Baloncesto FIBA. Los europeos, como demostraron los hermanos Gasol, sorprenden a todo ese mundo NBA. No olviden que en los últimos cuatro años el título de mejor jugador de la NBA ha ido a las manos de Giannis Antetokounmpo en dos ocasiones y otras tantas a las de Nikola Jokic.
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