La gran fiesta del CSKA campeón en el Cube

Primero aparecieron allegados de los deportistas y un nutrido grupo de aficionados. Tomaron posiciones en la amplia terraza del establecimiento hostelero. Todos correctos pero expectantes hasta que apareció el autobús con los nuevos campeones continentales. A la cabeza, el renacido Dimitris Itoudis.

Ahí, entre sones del 'We are the champions' de Queen, plantilla y aficionados se volvieron uno. Pasaron todos al comedor principal, donde solicitaron un menú muy de deportista de élite. Ensalada, pollo, solomillo y ¡pizza! como antojo. Antes, los responsables del Cube les obsequiaron con platos de rico jamoncito y queso. Lo regaron todo con tinto de Rioja Alavesa y agua.

Presidieron la cena un satisfecho Andrey Vatutin y el antiguo máximo responsable del club, Sergey Kushchenko, ahora enfrascado en la Unión Internacional de Biatlón y, gracias a su amistad con el millonario Mikhail Prokhorov, integrante del equipo directivo de Brooklyn Nets, donde también ofician los exbaskonistas Pablo Prigioni y Tiago Splitter.

Al término de los postres, el personal se desmelenó, como corresponde a estas celebraciones. En la barra corrió el alcohol pero, aunque parezca increíble, no fue el vodka (bebida nacional en Rusia) la petición mayoritaria entre los presentes. La mayoría se decantó por el whisky. Y de una marca muy concreta; Jameson. Según el espía de EL CORREO en la exclusiva fiesta, agotaron las existencias de este elixir con label irlandés, y uno de los más vendidos en el mundo.

Siempre con el buen rollo por bandera, los casi 200 participantes bailaron de lo lindo. Algunos se subieron a la barra al son de la música (triunfaron los éxitos de raperos estadounidenses), pero el título de los más animados de la noche fue sin lugar a dudas para Sergio Rodríguez y Daniel Hackett.